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La primavera de las bestias

En la actualidad, hasta siete corredores buenísimos pueden optar a ganar cualquier carrera, en cualquier momento del año. La primavera de las clásicas empieza el sábado con la Milán SanRemo.

Van der Poel, entrando victorioso en una etapa de la reciente Tirreno Adriático.

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El Tío del Mazo

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Estamos ante la mejor generación de ciclistas nunca vista en la historia. Hace unos días lo afirmaba con vehemencia Javier Ares, veterano locutor de radio y televisión y para muchos la voz del ciclismo, en una retransmisión de la París-Niza. Lo habían publicado ya medios especializados en ciclismo. Lo de 2021 no tiene nombre.

Ciclistas ha habido muchos y muy buenos, pero ninguno con la clase de Eddy Merckx, el hambre de Bernard Hinault o la elegancia de Miguel Indurain. Nadie de los que corren hoy está ni de lejos a su altura, y quizás no lo vaya a estar nunca. Pero una cosa ha cambiado respecto a entonces: hoy hasta siete corredores buenísimos pueden optar a ganar cualquier carrera, en cualquier momento del año. Y además lo hacen, plantando batalla.

Lejos quedó aquella de forma de correr implantada por el americano Greg Lemond en los 80 y perfeccionada por su compatriota Lance Armstrong a principios de este siglo. Eso de correr solo para ganar el Tour es ya parte de la historia.

Ahora cada carrera se disputa a muerte, como si no hubiera un mañana. Con ataques lejanos –y a veces suicidas- a 50 kilómetros de meta, duelos fratricidas y reparto equilibrado de victorias. Y si Van der Poel gana un día, al día siguiente lo hace su eterno rival, Van Aert, o el tercero en discordia, Julian Alaphilippe, experto en levantar los brazos antes de tiempo, pero también en levantarles victorias a los dos astros del ciclocross.


Los siete magníficos

Pero lo más sorprendente de este año aún marcado por la pandemia no es que haya tres clasicómanos brillantes, que más o menos los ha habido siempre, sino que los ganadores de Tour entran a la gresca. El penúltimo vencedor de la Grande Boucle, Egan Bernal, que además de brillar en la montaña va bien en el llano y contrarrelojea, se marcó hace unas días una Strade Bianche escandalosa, firmando una tercera plaza y aguantando con los dos mejores hasta las rampas de Siena.

Y qué decir de los eslovenos. El mayor ha ganado ya una Lieja (la que perdió Alaphilippe por levantar los brazos antes de tiempos), y en todas las carreras que disputa se lleva al menos dos o tres etapas, con ese rush final que envidiaría hasta el Valverde de los mejores tiempos. Nadie sabe a ciencia cierta si es un escalador con buen final o un sprinter que sube.

Del joven Pogacar solo se puede decir que tiene 22 años y ya ha marcado una época. Este año, sin ir más lejos, ya ha ganado la general en el Tour de UAE y está a punto de hacerlo en Tirreno. Pero también disputó a muerte la Strade Bianche, como todo lo que corre.

El séptimo en discordia no se ha estrenado aún en 2021, pero se le puede ver en redes sociales subiendo volcanes con una sonrisa que debería aterrorizar a sus rivales. Se llama Richard Carapaz y no solo brilla en las montañas, tiene también un rush final a la manera de los grandes clasicómanos.


Llega la primavera

Con estos mimbres arranca, el sábado 20 de marzo, la primavera de las clásicas. Un escenario donde estos 7 hombres van a disputar a muerte cada carrera en la que se inscriban. Porque es su naturaleza, porque son jóvenes y arrogantes, y porque han nacido (deportivamente) en medio de una pandemia. Nadie les garantiza que la siguiente carrera se vaya a poder disputar, y tienen hambre de victoria.

El primer hito es la Classicissima, la Milán SanRemo, 299 kilómetros con subidas al Poggio y la Cipressa, no excesivamente duras pero lo suficiente para desencadenar algún ataque de estas bestias que imposibilite la llegada en un sprint masivo. Luego vendrán Flandes, Roubaix, las Árdenas… en definitiva ingredientes de sobra para no perderse una de las temporadas más atractivas de los últimos tiempos. Si no es la mejor, eso es pronto para saberlo, sí podemos estar seguros de una cosa: será la más disputada.

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