El Atleti más atrevido empata en Barcelona y deja la Liga al rojo vivo
Después de una brillantísima primera parte, el equipo de Simeone no fue capaz de romper el empate a cero y las tablas con el Barça dejan al Madrid dependiendo de sí mismo para ganar la Liga.
No fue el Atlético timorato de otros años en el Nou Camp. Sabedor de las limitaciones defensivas del Barça más irregular en años, Simeone optó por un buen once inicial, sin el resguardo defensivo de Kondogbia, el más destacado el fin de semana pasado en Elche, y apostó por jugadores de mayor vocación ofensiva. Y el argentino acertó. Y de largo.
Ya empezó el Atlético protagonizando las primeras jugadas peligrosas del encuentro, con un disparo de Lemar después de una buena acción individual del francés y con una falta directa lanzada de manera inocente por Luis Suárez. La lesión de Lemar en el minuto 12 parecía romper el esquema de Simeone que, sin embargo, reaccionó de manera brillante sustituyéndolo por Saúl, que ocupó el carril izquierdo dejando a Carrasco más metido en el campo. Y eso lo notó el Atlético.
Estaba siendo mejor el líder sobre un Barça, que solo se acercó a la meta de Oblak con un disparo de Griezmann desde fuera del área sin ningún peligro. Al equipo de Koeman le desarmó la lesión de Busquets, que salió maltrecho de un choque de cabezas con Savic. A partir de ese momento, minuto 20, el Atlético tomó el mando y protagonizó la mejor media hora de toda la temporada.
Presionó alto, robó en campo ajeno y atacó por todos los flancos de la vanguardia. La ocasión más clara fue para Ángel Correa, que remató una buenísima jugada entre Saúl y Hermoso, pero Lenglet despejó cuando ya se cantaba el gol. Pero luego llegaron ocasiones de Carrasco, de Marcos Llorente y una increíble de Felipe a la salida de un córner que inexplicablemente se fue por encima del marco de Ter Stegen.
El Atlético era dueño y señor del encuentro, pero en el minuto 40 llegó el gran paradón de Oblak. A Messi le salió esa jugada que le ha hecho irrepetible pero que llevaba meses sin salirle y se zapó de cuantos defensas del Atlético le salían al paso. El remate del crack argentino fue perfecto y hubiera batido al noventa por ciento de los porteros de la Liga, pero a Oblak no, que despejó a córner.
El Atlético se fue al vestuario satisfecho por haber sido muy superior a todo un Barcelona, pero muy contrariado por no haber traducido en goles las múltiples ocasiones de las que dispuso. El equipo de Koeman se había salvado y tenía toda la segunda parte para solucionarlo.
El holandés reaccionó nada más empezar la reanudación y sustituyó a Mingueza, un coladero por la banda derecha, por Araujo, mucho mejor en todos los conceptos defensivos que el canterano blaugrana. Pero la primera buena ocasión de la segunda parte la tuvo Luis Suárez, cuyo disparo desde fuera del área despejó el cuerpo de Piqué.
Seguía mandando el Atleti, mucho más ambicioso que el tercer clasificado, aunque no tenía tantas ocasiones como en la primera parte, pero la imagen continuaba siendo la mejor de toda la temporada, dejando al Barcelona sin apenas argumentos y con Koeman completamente desnortado.
Sin noticias de Joao Félix
Asustó el Barça en el minuto 60, después de una jugada de posesión de esas habituales e interminables del equipo, que acabó con un buen remate de Ilaix Moriba, el sustituto de Busquets, y otra continuada de Piqué. Y en esto, con un grandísimo Atlético, apareció Joao Félix en la banda de los cambios, justo después de que Oblak despejara una buena falta directa de Messi. El portugués suplió a Saúl, que solo tuvo 45 minutos de juego, en los que había visto una amarilla. Otro detalle ofensivo más de Simeone.
El partido se estaba rompiendo y podía marcar cualquiera, incluidos dos goles anulados, muy claramente, de Araujo por fuera de juego y de Suárez, por falta de Carrasco. Y Simeone intentó solucionarlo dándole más equilibrio con la entrada de Kondogbia por Correa. Con todo, el encuentro estaba mucho más equilibrado, con el Atlético empezando a cansarse y a pensar demasiado en las ocasiones perdidas.
A diez minutos del final, las piernas rojiblancas estaban pesadas y las cabezas sopesando los pros y los contras de salir de Barcelona con un punto más en la tabla. Por evidente que suene, mucho peor que no ganar, pero muchísimo mejor que perder en un campo en el que lleva años sin ganar.
Dembele, que desde que había salido era el puntal blaugrana, falló lo inexplicable con un cabezazo que misteriosamente mandó por encima del larguero de Oblak cuando lo tenía todo encarrilado para marcar.
El corazón de los rojiblancos se heló en el minuto 90, cuando Messi tuvo una falta directa en un lugar ideal para el crack argentino, pero la tensión volvió a su sitio cuando los seguidores colchoneros vieron cómo el balón se iba por encima del larguero. Y la última fue para el Atleti, que dispuso de un córner pasado el tiempo reglamentario. Pero Godín juega en Italia y el encuentro acabó en tablas. Si el Real Madrid gana mañana al Sevilla, mañana será líder, empatando a puntos con el Atleti y con nueve puntos por jugarse.