Alemania sigue apostando por las energías limpias
Muchos países mejoran su economía en base a la confianza que depositan en varios productos. Pero España sigue anclada en el temor a posibles inversores que en su día infundió el Gobierno.
La fuerte apuesta de Alemania por las energías limpias resulta en un abaratamiento sin precedentes en las facturas de los servicios energéticos. En España se da la situación opuesta debido, en parte, al temor infundido por el Gobierno a posibles inversores.
Si hay algo que los ciudadanos asumen en su día a día es la tendencia al alza del precio de los productos y servicios básicos necesarios para el adecuado desarrollo de la sociedad. Baste como ejemplo citar el índice de precios de la vivienda (IPV), el cual sólo en los primeros tres meses de 2015 subió en España un 1´5% respecto al mismo periodo del año anterior.
Instalados en esta rutina, cada vez más acostumbrados a que el incremento de lo que se recibe no se corresponda con el aumento de lo que se paga, no es de extrañar que las recientes informaciones que indican que fuera de nuestras fronteras se suceden espectaculares bajadas de precios en los servicios energéticos, sean acogidas con una mezcla de indignación y sorpresa entre los contribuyentes del país. Y más cuando estas noticias proceden de territorios donde se presupone que, debido a su más que amplia diferencia al alza en cuanto a salarios, el precio a pagar por determinados bienes habría de ser consecuentemente más elevado.
El bolsillo de los alemanes, gracias a la fuerte apuesta de su Gobierno por las energías renovables, sentirá un alivio económico de hasta un 13% a la hora de abonar las facturas correspondientes al gasto energético, algo no visto en décadas. El precio de la luz mengua, y no precisamente de una manera tímida, dentro de los límites del considerado motor de Europa. ¿Cuáles son los factores que han abocado a los alemanes a esta aventajada situación? Y, aún más importante, ¿por qué estos factores no se aplican a una economía como la española, más castigada sin duda que la teutona?
Como se expone en el párrafo anterior, la clave a estas preguntas se enmarca en una firme decisión de los gobernantes alemanes por el desarrollo de las energías limpias. Mientras que en España se han frenado las inversiones en este tipo de energías, debido al temor suscitado por la reforma energética, en el país vecino decisiones como la promoción de cooperativas han provocado este repunte positivo en la confianza hacia estas fuentes, dando como resultado un ahorro que, a final de mes, cualquier economía doméstica agradece.