CaixaBank y Dos Santos sellan la paz definitiva a última hora
El acuerdo no está aún concretado, pero fuentes cuentan que pasará por que Dos Santos se quede con el control del grueso de BFA, dejando al banco catalán con la mayoría del BPI.
El pasado domingo 10 de abril fue el último día que Fráncfort le había dado al BPI para reducir su participación del 50,01% en BFA, Banco Fomento de Angola. La tensión del acuerdo y desacuerdo entre CaixaBank y Dos Santos permanecía al rojo vivo, hasta que a última hora del domingo ambas entidades comunican que se produce el acuerdo, solventando la situación y sellando la paz en la batalla que tenían abierta desde hace más de un año.
El acuerdo no ha sido todavía concretado. No obstante, fuentes cercanas a la situación han comentado que la paz se basa en que Dos Santos se haga con el control grueso de BFA, del que ya posee el 49,9% restante, mientras que rebaja su participación en BPI, Banco Portugués de Investimento. De esta manera, CaixaBank podría beneficiarse y adquirir la mayoría del banco portugués.
La entidad catalana ya lanzó una opa sobre BPI en febrero de 2015, pero Dos Santos encabezó la oposición a esta operación. Lo que hizo cambiar de opinión a la angoleña fue la decisión del Banco Central Europeo de multar al BPI si no reducía su participación en BFA. Si no se hubiese llegado a ningún acuerdo el pasado domingo 10 de abril, BPI tendría que pagar en estos momentos una multa de 140.000 euros diarios, mientras viese rebajar su solvencia.
El acuerdo se traducirá en una nueva opa de CaixaBank sobre BPI. Lo que está ahora en duda es el precio por el que lo hará, después de haber pasado 14 meses de la oferta de 1,329 euros por acción. La cotización de BPI, suspendida este lunes tras el anuncio del pacto, subió un 3,5% el viernes a 1,19 euros.
Tanto Dos Santos, por evitar que sea el gobierno portugués quien desatascase el pulso legislando contra el límite a los derechos de voto en la banca, tanto CaixaBank celebraron el acuerdo. Y es que la entidad catalana afianzará así su apuesta portuguesa al hacerse con el control real del quinto banco luso.