Renault cerró un 2017 de récord pero Ghosn debe ceder
El grupo automovilístico francés tuvo el año pasado un beneficio neto nunca visto, 5.114 millones de euros, un 50% más que la cifra conseguida un año antes. El alza de matriculaciones clave.
La facturación del gigante galo de la automoción creció el año pasado un 15% interanual, hasta los 58.770 millones de euros, que, excluyendo su recién consolidado negocio AvtoVaz en Rusia, alcanza los 53.530 millones, un 9% más. Renault explica este incremento gracias al alza del 8,5 % en el número de matriculaciones, que alcanzaron así las 3,76 millones, frente a las 3,18 millones del año anterior, lo que consolida su posición de primer fabricante francés y segundo de Europa.
Además, la firma del rombo registró un importante aumento en las ventas a socios del 2,6 %, que se debe al comienzo de la producción del Nissan Micra en Francia y al dinamismo de la actividad de equipos o «kits» para ensamblaje en Irán y en China.
Los resultados presentados por el gigante automovilístico francés suponen un espaldarazo a la gestión de su presidente, el francobrasileño Carlos Ghosn, quien el jueves vio cómo el Consejo de Administración de la compañía proponía renovar su mandato por cuatro años. Sin embargo, el Estado francés, que controla un 15 % de Renault, sólo ha dado el visto bueno al nuevo mandato de Ghosn, que lleva ahí desde 2005, a cambio de una rebaja en su salario anual del 30 % y de reforzar la alianza con Nissan.
Carlos Ghosn de 64 años, ha nombrado al responsable de competitividad Thierry Bolloré, de 54, como su número dos, puesto que estaba vacante desde 2013 tras la partida de Carlos Tavares, actual responsable de Peugeot. Entre los desafíos de Ghosn, destaca el del plan estratégico ‘Drive the Future 2017-2022’, por el que Renault aspira a aumentar su volumen de negocio de los 50.000 millones de euros de 2016 hasta los 70.000 millones en 2022.
Respecto a sus previsiones para el ejercicio actual, Renault estima un crecimiento del mercado mundial de un 2,5 %, mientras que el alza será del 1 % tanto en el europeo como en Francia y del 10 % en Rusia o el 6 % en la India. Por eso, coloca como objetivos aumentar la facturación, conservar un margen operativo por encima del 6% y generar un flujo de caja de activos positivo.