Renfe sigue ampliando su internacionalización

Renfe acaba de recibir licencia como operador ferroviario en Reino Unido. El contrato ‘Cross Country’ al que optará la empresa enmarca la explotación de conexiones ferroviarias de larga distancia como son las que unen Aberdeen y Penzance, Bournemouth y Manchester, o Stansted y Birmingham, entre otras. La firma italiana Arriva es la que tiene actualmente el contrato de explotación de estas líneas, que termina este año.

La compañía que preside Juan Alfaro enmarca en su estrategia de internacionalización su interés por entrar en el mercado británico, a pesar del Brexit. Su negocio en el exterior comenzará no obstante en los próximos meses, cuando comience a explotar el AVE La Meca-Medina, en una fecha inicialmente fijada para este mes de marzo, pero que actualmente está en el aire y a la espera de un acuerdo con las autoridades de Arabia Saudí. Asimismo, compitió recientemente por posicionarse como operador de la primera línea AVE de Estados Unidos, la que unirá Los Ángeles y San Francisco, un proceso en el que quedó en segunda posición tras la Deustche Bahn alemana.

En virtud del sistema ferroviario británico, la competencia entre operadores se registra al pujar por la explotación de un determinado conjunto de líneas de tren cuando salen a concurso. La empresa que se adjudica la concesión o la franquicia de estas líneas tiene el encargo de explotarlas en exclusiva durante un determinado tiempo. En la actualidad, el transporte de viajeros en tren de Reino Unido está estructurado en 16 franquicias.

Renfe vuelve así a competir por lograr alguna de estas franquicias tras lograr la licencia de operador ferroviario en el país, el denominado pasaporte de precalificación (‘PQQ Passport), el título que le habilita a presentarse a los mencionados concursos públicos. Logra esta habilitación cuatro meses después de haberla solicitado, en noviembre de 2017, y una vez que el Gobierno británico ha analizado y validado toda la documentación presentada. Según asegura la ferroviaria española, ha tenido que garantizar su capacidad para mejorar la calidad de los servicios, para aumentar los ingresos con nuevos productos y políticas comerciales, de velar por la seguridad y de contribuir a la sostenibilidad, además de su capacidad operativa.

La compañía ferroviaria pública española busca así reforzar su internacionalización mientras en el mercado doméstico se prepara para la apertura a la competencia del transporte de pasajeros en tren a partir del 1 de enero de 2021. Además, acaba de anunciar el próximo lanzamiento de un AVE más competitivo en precio, el EVA, y en las próximas semanas presentará un plan de compra de nuevos trenes.