La cercanía de El Corte Inglés, clave para competir en ecommerce
Decidido a plantar cara a los gigantes de la distribución online, Dimas Gimeno y el equipo directivo de los grandes almacenes apelan a sus 85 tiendas para sacar una ventaja competitiva.
La guerra con Amazon y Alibaba ha puesto freno temporal a la expansión internacional hacia Latinoamérica y las nuevas aperturas de El Corte Inglés, pero eso no significa que estén dispuestos a rendirse. Nadie en España puede presumir de tener sus 85 tiendas en una ubicación céntrica que les permite distribuir los pedidos online a casa de los clientes más rápido que nadie, a menos de dos horas de cualquier ciudadano de a pie. Y están dispuestos a dar batalla.
Por si fuera poco, Dimas Gimeno asegura que su equipo gestor está abierto a cerrar acuerdos con plataformas que ya entregan dentro de ciudad en menos de media hora. Una clara invitación a empresas de reparto como Deliveroo y Glovo a sumarse a su guerra. La refinanciación de la deuda firmada a principios de año parece haber dado fuerzas al presidente de los grandes almacenes, que no está dispuesto a que los gigantes tecnológicos acaben con los 75 años de historia de la compañía.
El primer paso es seguir aumentando las referencias que tienen digitalizadas, ya que ahora mismo tan sólo cuentan con un catálogo virtual de 200.000. La idea es tener un repertorio en la red en el que se pueda operar en tiempo real como si se estuviera en cualquiera de sus centros, con todo el inventario disponible. Esto les permitirá ofrecer una experiencia multicanal, siendo el cliente el que decida si prefiere comprar desde la comodidad de su salón o acudiendo a cualquiera de sus tiendas.
Además, El Corte Inglés acumula una base de datos de todos sus clientes con un histórico de datos que es imposible que nadie más tenga, razón por la cual por ejemplo Amazon se ha planteado la compra de alguna cadena de supermercados en Estados Unidos, por el famoso Big Data y su incalculable valor, algo que el equipo gestor del distribuidor español tiene y muy detallado, lo que les da una clara ventaja competitiva. Sólo necesitan que les dejen continuar con su transformación digital.
Lo que Dimas Gimeno reclama de las autoridades, y lo hace a nivel europeo, es que se igualen las condiciones en las que tengan que competir, haciendo una clara alusión a la desigualdad fiscal y de normativa vigente que aplica en cada caso. El asunto no es baladí, puesto que el comercio es uno de los motores económicos de España, donde representa el 12 % del producto interior bruto (PIB) y da empleo a casi tres millones de personas.