El gobierno vuelve a cargar contra el diésel sin ton ni son
La ministra de Transición Ecológica advierte que el diésel tiene los días contados y que hay que pensar en una salida y no entra a valorar un punto clave: es un problema de antigüedad.
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha manifestado este miércoles en el Congreso que “el diésel tiene los días contados” y que su impacto en la calidad del aire es lo suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida, una afirmación que no se puede lanzar a la ligera metiendo en el mismo saco a los coches previos a la normativa de emisión Euro6 y a los posteriores, pues estos últimos son tan limpios como cualquier gasolina, incluso más si hablamos de emisiones de CO2.
En todo caso, sobre una posible subida de impuestos que pudiera afectar a este carburante, la ministra se ha remitido a su colega María Jesús Montero, titular del departamento de Hacienda. Preguntada por los medios de comunicación por las restricciones al tráfico que preparan ciudades como Madrid, Ribera las ha celebrado como una medida “muy razonable y muy normal”, pues cree necesario facilitar la movilidad pero también que esta afecte cada vez menos, en la medida de lo posible, a la salud de los ciudadanos, de nuevo una generalidad muy imprecisa.
“Evidentemente, el diésel tiene los días contados. Durará más o menos, pero sabemos que su impacto en partículas y en lo que respiramos es suficientemente importante como para ir pensando en un proceso de salida”, ha declarado sin remilgos.
En este sentido, ha señalado que el Gobierno debe plantearse qué señales fiscales y regulatorias puede aprobar para acompañar a los gobiernos municipales en ese proceso de cambio de la movilidad. Que empiecen discriminando por antigüedad, el gran problema del parque automovilístico español, que tiene una media superior a los 11 años.
La ministra ha aclarado que no se puede culpabilizar a quien compra y que, en todo caso, a la hora de adquirir un vehículo diésel el consumidor debe saber que el coste de compra de un coche nuevo de una categoría u otra no está reflejando el coste real del impacto que tiene ese coche.
“Un consumidor responsable es lo mejor que podemos tener, pero para facilitar comportamientos de consumidor responsable tenemos que asegurarnos de que las señales de mercado, las señales fiscales, nos permitan discriminar de una manera intuitiva, natural, sin tener que hacer análisis profundísimos sobre qué es lo que significa cada una de nuestras opciones de compra”, ha concluido. Pues empiecen ustedes por aclarar, añadimos nosotros.