Caixabank gana un 55% más con su negocio fortalecido
El Grupo bancario presidido por Jordi Gual obtuvo en el primer semestre de 2018 un beneficio atribuido de 1.298 millones, reduciendo además las pérdidas por deterioro un 57%.
Son varias las razones que explican el fenomenal resultado de Caixabank en la primera mitad del año. Los principales factores que impulsaron este crecimiento han sido la fortaleza de los ingresos core, la contención de costes, la reducción de las dotaciones y la mayor aportación del portugués BPI. El margen bruto ha subido el 8,7% hasta los 4.654 millones, con unos ingresos ‘core’ del negocio que han alcanzado los 4.091 millones (+4,5%).
La mayor aportación del banco portugués BPI –252 millones incluyendo el resultado de sus participadas–, han compensado la subida de los gastos de administración y amortización recurrentes del 4%. La rentabilidad del Grupo CaixaBank ha mejorado hasta el 10,4% -en línea con el objetivo del Plan Estratégico para 2018 de entre el 9% y el 11%.
El margen de intereses del primer semestre del grupo asciende a 2.432 millones (+3,5% respecto al primer semestre de 2017), lo que ha atribuido a la mejora de la rentabilidad del crédito, la gestión de la financiación minorista y el ahorro en los costes de la financiación institucional, y los ingresos por comisiones han alcanzado los 1.293 millones, un 3,3% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Han descendido en un 5,9% las comisiones bancarias, de valores y otros, mientras que se mantiene la tendencia de crecimiento de las comisiones de los fondos de inversión (+18,4%), planes de pensiones (+9,4%) y comercialización de seguros (+26,7%).
El consumo eleva el crédito
El crédito bruto a la clientela se sitúa en 225.744 millones, un 0,8% más que el año anterior, y la cartera creció un 1,6% (+3.366 millones), impulsado esencialmente por el crédito al consumo en España (+5% en el trimestre y 10,7% en el año), y la nueva producción de crédito hipotecario creció un 8%.
Los recursos de clientes han crecido hasta los 366.163 millones a cierre de junio de 2018, un 4,8% más, con un aumento del 6,1% de los recursos en balance y del 1,8% de los activos bajo gestión, que alcanzan los 98.316 millones (+1,2% en el trimestre).
El negocio de las participaciones contribuye al grupo con un resultado de 415 millones, que incluye los ingresos por dividendos, básicamente Telefónica (104 millones), y los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación, que incorporan 118 millones de resultado neto atribuido de BFA.
La ratio de morosidad de CaixaBank se ha reducido hasta el 5,3% (6,5% en junio de 2017 y 6% en diciembre de 2017), y los saldos dudosos han descendido hasta los 12.714 millones (-981 y -1.591 millones en el trimestre y desde diciembre, respectivamente), tras la gestión activa, que incluye la venta de carteras; la ratio de cobertura aumenta hasta el 56% (6 puntos porcentuales más que hace un año).
Las pérdidas por deterioro de activos financieros y otras provisiones disminuyen un 57% respecto al mismo periodo de 2017 -entonces recogían impactos extraordinarios negativos asociados a prejubilaciones y al saneamiento de la exposición en Sareb, y alcanzan los 531 millones, incluyendo una provisión de 204 millones de euros por la recompra del 51% de Servihabitat, pendiente de formalización a 30 de junio.
Sobre la posibilidad de que se cree un nuevo impuesto a la banca por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortazar se ha mostrado categórico: “no es el momento y no es una buena idea”. Ellos a pesar de todo no se muestran partidarios de cambiar su estructura legal. “No tenemos ninguna intención de alterar la estructura de nuestro grupo no veo ningún motivo por el que tengamos que hacerlo”, ha destacado.