La implacable comisaria europea viene a España a dar una lección a Podemos
Margrethe Vestager, la encargada de velar por la Competencia -ha puesto cientos de sanciones en los últimos años-, ha estado en Madrid esta semana y ha dejado algunos mensajes interesantes.
Margarita se llama mi amor es una película española de los años 60 ideal para quedarse seco después de comer. Me permito esta licencia para abordar el encuentro informativo que tuvo lugar este jueves en Madrid con Margrethe Vestager, comisaria europea de la Competencia.
No porque esta danesa de origen sea aburrida, ningún comisario es especialmente divertido tal y como exige la diplomacia de Bruselas, sino porque hay gente que nos quiere mucho y nosotros no lo sabemos. Si no me entienden vean el filme pues sale, entre otros, Manolo Zarzo con 15 años.
A pesar de que el populismo que recorre Europea se arroga la representatividad de la gente y asegura defenderla del poder oscuro, lo único que es demostrable es que el principal beneficiado de la competencia es siempre el cliente. Por tanto, creo honestamente que con sus defectos hace mucho más un organismo como el que gestiona Vestager que aquellos que al final utilizan a la gente para beneficio propio ya sea político, electoral, de mejora social para sus líderes o de incremento de su patrimonio.
Vestager está convencida de que Europa es el mejor mercado con el que hacer negocios
Es entretenido escuchar a un comisario, pues suelen decir casi nada y cuando algo dicen, siempre sale algún portavoz de turno a matizar sus palabras. Sí que hay que decir de esta hija de un eclesiástico -los sacerdotes católicos no pueden tener hijos por lo que nunca sabremos si esto es bueno o malo- que es tenaz, astuta y no se echa para atrás por mucho Google, Amazon o Fiat que se le ponga por delante, pues está convencida de que Europa es el mejor mercado con el que hacer negocios.
Cientos de sanciones, miles de millones en impuestos y la devolución de otros miles de millones en ayudas públicas indebidamente adjudicadas avalan una carrera trufada de éxitos en pos de que todo aquél que quiera participar en un mercado, lo pueda hacer en las mismas condiciones que los demás por muy grande, pequeño o mediopensionista que sea.
Para escucharla, como nos pasa con Cine de Barrio, fue poca gente. José María Marín Quemada, presidente de la CNMC, que el hombre como no suele tener mucho público vio la oportunidad de oro para colocar sus mensajes ante un público que no podía escapar, pues bastante complejo ya es de por sí acceder al Casino de Madrid. Gracias Carmena, pues tus obras al ser ecológicas no molestan nada.
Vi al expresidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, ingerir cruasanes como solo hace un buen asturiano, es decir, a puñados. Tarde llegó al evento Francisco de la Torre, inspector de Hacienda y miembro destacado de Ciudadanos, con esa sonrisa habitual en su rostro.
El head hunter y aventurero Jorge Seeliger accedió tan rápido a la sala que no tuve oportunidad de preguntarle en qué asuntos explorativos anda liado para ver si se le puede ayudar en algo. La última vez recorría en una moto de trial toda Asia que es una cosa muy apetecible.
Con el que sí pude charlar fue con John Scott, expresidente de KPMG España ,que desde hace un tiempo le han hecho presidente mundial de la compañía. "¿Cómo es que estás aquí?", le digo. "Es el mejor sitio del mundo, mi familia no se va de España ni con la ayuda de los GEO, me han dicho que hable con el señor KPMG para ver cómo hacemos pero no hay mejor lugar para estar".
Íñigo Abarca, CEO de Asturiana del Zinc, protagonizó una pregunta clásica: ¿Qué hay de lo mío?. Mientras que Margrethe preguntaba a todo el que se le acercaba a saludar: "¿Cómo está España?". pues parece que aunque nos lo desmientan el quilombo aquí formado ya trasciende nuestras fronteras. De las hipotecas ni hablamos.