Las empresas españolas tardan el doble en pagar a sus proveedores que en la UE
Un informe pone cifras al problema que arrastras miles de empresarios, pese a los intentos del anterior ministro de Hacienda por extender la costumbre de pagar a los proveedores a 30 días.
Mala costumbre esa de financiarse con cargo a proveedores que parecía haberse erradicado tras el plan puesto en marcha por el anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que recomendaba pagar las facturas a 30 días tras su emisión con un máximo de dos mensualidades.
Parece que España vuelve a las andadas y según un reciente informe al que ha tenido acceso ESdiario, es el segundo país de Europa en el que las empresas tardan más en pagar a sus proveedores.
La Navidad es una de las fechas clave para las empresas españolas, no solo desde el punto de vista de las ventas, sino también de la morosidad. Gran parte de las compañías cierra durante las fiestas navideñas, lo que supone menos tiempo para que los clientes abonen las facturas remitidas.
El Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum, compañía líder en prevención y gestión de impagos, revela que el plazo medio de pago a clientes finales en Europa se sitúa en 23 días, en España se alcanzan los 46, dos días más que en 2017.
Estos datos reflejan las dificultades de las empresas españolas a la hora de afrontar sus pagos, especialmente si se compara con países del norte de Europa. Sin ir más lejos, Estonia lidera la clasificación de los mejores pagadores con un plazo medio de cobro de tan solo 11 días.
No obstante, son muchos los países que superan el plazo medio europeo de pago a clientes finales, situado en 23 días. En Alemania, por ejemplo, se alcanzan los 25 días, mientras que en Francia el retraso en los pagos es de 29 días, o en Italia, de 32 días.
Para evitar los daños a la tesorería que estos temas pueden provocar los expertos ofrecen cinco claves:
- Prevenir. Protegerse de los impagos es la mejor forma de mantener a salvo las cuentas y evitar imprevistos que pongan en riesgo la buena marcha del negocio. Junto a medidas como el pronto pago, los seguros, o el factoring, una de las medidas más eficientes para asegurar el cobro de facturas es contar con la experiencia y asesoramiento de una empresa especializada en prevención y gestión de impagos.
- Optar por la factura electrónica. La tecnología juega un papel fundamental a la hora de contactar con los clientes. Enviar la factura por la vía electrónica no solo implica un ahorro de tiempo y coste para la compañía, también permite ganar inmediatez y seguridad, al mismo tiempo que se reduce el tiempo de las transacciones.
- Conocer los cierres contables de los clientes. La buena relación entre cliente y proveedor es una de las máximas de cualquier relación comercial. De este modo es más sencillo saber cómo y cuándo se realizará el pago del servicio prestado o contactar con la persona más adecuada en caso de que aparezcan facturas vencidas.
- Realizar un seguimiento de todas las operaciones del ciclo de compra-venta. Se trata de la fórmula más idónea para conocer al instante cuáles son las cuentas por cobrar y qué medidas hay que tomar al respecto. Es importante incluir la fecha de generación de la factura y el límite de pago, la cantidad, el historial de pagos y, por supuesto, los datos del cliente. Gracias a estas especificaciones, se tiene a mano toda la información para realizar recordatorios de pago antes del vencimiento de las facturas.
- Gestionar eficazmente los impagos. En el caso de que la prevención no haya podido evitar el retraso y los pagos no lleguen a tiempo, conviene recurrir a empresas expertas en gestión de impagos. Gracias a ellas no solo se agiliza el cobro de la deuda,mejorando el flujo de caja de la compañía, también se minimiza el impacto en la relación con el cliente.