El Banco Mundial lo confirma, las empresas españolas pagan demasiados impuestos
La contribución tributaria total de las empresas españolas es superior a la media de la OCDE y de la UE según el informe 'Paying Taxes 2019' del Banco Mundial elaborado por PwC.
Las cotizaciones sociales son la partida que más lastra a nuestras empresas en su tributación. De lo que pagan, el 35,7% se destina al pago de éstas, el 10,6% al Impuesto sobre Sociedades y el 0,7% a otros tributos. Esta contribución total, entendida como el porcentaje de los beneficios que las empresas dedican al pago de los impuestos obligatorios, tales como el Impuesto sobre Sociedades y las cotizaciones sociales, entre otros, es del 47%, unos siete puntos por encima de la media de la OCDE (40,3%), de la UE (39,3%) y ligeramente superior al del grupo de los 20 países industrializados del mundo (46,6%).
De esta forma, las empresas españolas pagan más que las compañías de algunas de las economías más desarrolladas, como las de Reino Unido (30%), Estados Unidos (43,6%) o Canadá (20,5%), pero menos que otras del entorno como Francia (60,5%), Alemania (49%) o Italia (53,2%). Estos datos se extraen de analizar los sistemas tributarios de 190 países de todo el mundo.
Así, en la media de la OCDE el pago del Impuesto sobre Sociedades se sitúa entorno al 15%, en la media de la UE (más Suiza, Noruega, Liechtenstein e Irlanda) supone alrededor del 12% y el promedio del G20 se sitúa también en el entorno del 15%.
En la media de los países que conforman la OCDE, el pago de las cotizaciones está en el 23%, 12 puntos menos que lo que pagan las empresa españolas, mientras que en la UE ronda del 25%, también muy por debajo del 35,7% que pagan en España. En el conjunto de los 190 países analizados, el porcentaje que se destina a cotizaciones sociales (16,1%) y al pago del Impuesto sobre Sociedades (16,1%) está equilibrado.
Un sistema altamente eficiente
El estudio concluye que el sistema tributario español de encuentra entre los más modernos del mundo. España se sitúa en el número 34 del ranking de los 190 sistemas fiscales analizados, por delante de países como Estados Unidos (37 del ranking), Alemania (puesto 43), Francia (53) o Italia (118).
Comparado con el resto del mundo, si actualmente, de media, una compañía necesita 237 horas para cumplir con Hacienda, en España esta cifra es de 148 horas. Si, además, para hacerlo necesita realizar 23,8 pagos, en el sistema español esta cifra se reduce a nueve.
En cuanto al IVA, las empresas de todo el mundo emplean, de media, 19,6 horas para pagar este tributo, mientras que en España, tras la introducción del Suministro Inmediato de Información (SII), este tiempo se ha reducido a cero. A la hora de obtener la devolución del tributo, también las compañías españolas necesitan menos dedicación: 16,4 semanas por las 29 de la media del resto del mundo.
Asimismo, el estudio que PwC lleva haciendo durante 14 años para el Banco Mundial muestra que el índice que mide la eficacia de las distintas administraciones tributarias, una vez que las empresas han realizado el pago de sus impuestos (Post filing index), siendo el 100% la más eficaz y el 0% la que menos, sitúa a España entre las ocho administraciones más eficientes del mundo, con una puntación del 93,6%, muy por encima de la media (59,6%).
El informe resalta como, desde 2004, el uso de las nuevas tecnologías por parte de las autoridades fiscales y de las empresas han reducido en 84 horas, de media, el tiempo y en 10,3 el número de pagos que las compañías deben hacer para cumplir con el fisco. Esto tiene que ver con la introducción de sistemas de ‘reporting fiscal’ en tiempo real, como es el caso del SII del IVA en el caso de España.
A la vista de todos estos datos, el socio de PwC Tax and Legal Services Alberto Monreal destaca que mientras la Agencia Tributaria española ha hecho avanzar tecnológicamente la gestión de los impuestos muy por encima de la media de otros países, las empresas españolas soportan una fiscalidad “muy elevada”, en perjuicio de su competitividad.
“Nos parece relevante resaltar que mientras la presión fiscal en España se mantiene, según datos de la OCDE, muy cerca de la media de estos países, la fiscalidad empresarial es más elevada, y sería oportuno reconducir el actual balance entre empresas y familias y entre fiscalidad directa, incluidas cotizaciones, e indirecta”, subrayó.