Lacalle y Toni Roldán airean la letra pequeña del programa económico del PSOE
Los responsables económicos de los cinco grandes partidos debatieron sobre sus propuestas en la materia, que en el caso del PSOE y Unidas Podemos giran en torno a una: más impuestos.
Obsesionados como estamos por los debates que niega -o negaba- Pedro Sánchez, olvidamos la importancia que tiene la economía. Más cuando se avecina, según todos los organismos internacionales, una desaceleración o recesión leve que puede tornar en severa.
Por tanto, es especialmente importante destacar los programas económicos que plantean los principales partidos de la mano de sus primeros espadas. Así que este lunes Vozpópuli concitó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a Daniel Lacalle (PP), Toni Roldán (Ciudadanos), Pedro Saura (PSOE), Nacho Álvarez (Unidas Podemos) y Víctor González (Vox).
El partido verde tuvo que sentarse con el PSOE y Podemos, pues en la "bancada" de PP y Ciudadanos parece que no le querían. A pesar de sus puntos económicos en común, dado que los tres apuestan por el liberalismo.
Lacalle tiene mucho a su favor, porque además de saberse profundamente la película -antes de político es un gestor de fondos de inversión de la city-, es ya "perro viejo" en esto de los debates, tertulias y salir en los medios. Por lo que cogerle con el paso cambiado es cosa harto difícil.
De hecho, y quedaba un poco raro en este formato, cuando hablaba el representante del PSOE sacaba tablas que solo podían ver los sentados en la primera fila. Además, by the way, las tablas eran incompletas, como suelen ser casi todas pues es complejo recoger en un folio un tramo histórico sin matices.
Lacalle tiene un punto imbatible a su favor: lo que presenta el PSOE es un spoiler de lo que ya ha hecho estos nueve meses, que pasa por incrementar el desempleo, disparar el gasto público y atizar con más impuestos a todo bicho viviente.
Nacho Álvarez, de Unidas Podemos, aclaró como el buen profesor que es que todo lo bueno que hacen los socialistas en materia social es por ellos, pues sin su inestimable apoyo tienden a "anaranjarse". Que es una forma de decir que acogen los planteamientos de la economía liberal.
De hecho, en las conversaciones de dirigentes socialistas en el extranjero afirman cosas que luego niegan cuando entran en España. Por ejemplo, dijeron que no iban a tocar la reforma laboral del PP, que iban a cumplir con déficit y deuda, cosas que luego no son exactamente así.
Tanto Vox como el PP plantearon una bajada generalizada de impuestos, compartida por Ciudadanos poniendo un ojo en lo social. El partido naranja se mostró preocupado por formar bien a nuestros jóvenes, atraer el talento, no repelar a los inversores y a las empresas que aquí se quieran instalar, quieren tener una legislación armonizada (no 17 leyes en todos los sitios) así como la mochila austriaca para defender los derechos de los trabajadores.
Para Toni Roldán, con los socialistas en La Moncloa la política económica la hará Podemos y la territorial un tal Torra.
Pedro Saura, más que plantear cuestiones se dedicó a recordar el funesto pasado pepero obviando la crisis superada. Planteó una suerte de Plan E, con más infraestructura pública, con unas pensiones vinculadas al IPC, con impuestos reales que converjan con los efectivos (ya ocurre, es una forma mona de decir que el Estado del Bienestar descansará sobre las clases medias) y mejorar la precariedad laboral que existe en nuestro país.
Vox por su lado, no quiso profundizar mucho en su programa económico. Víctor González confesó a ESdiario que no es el eje de su campaña, pero sí interesa su defensa férrea de la natalidad como un elemento económico fundamental y que el Estado se ponga al servicio de las empresas para crear trabajo y riqueza.
Fue letal cuando le dijo a Roldán, su programa se resume en cuatro folios y el nuestro es un libro entero cargado de simulaciones.
Nacho Álvarez, de lo mejor que en mi opinión tiene el partido morado, se mostró partidario de incrementar los impuestos de todo tipo para proteger a los desprotegidos y hacernos todos más eco-morados sin especificar lo mucho que cuestan estas cosas.
Entre el público tenía al gurú de Fedea, Ángel de la Fuente, a escasos metros, que era un poema ver su cara cuando escuchaba según qué cosas. El señor De la Fuente es un auténtico sabio en materia económica, que como saben es una ciencia que no conviene contrariar sus leyes.
También estaba Pilar González de Frutos, que aunque presidenta de Unespa, estuvo en gobiernos del PP y de economía sabe un montón, por lo que sus risas al escuchar algunas propuestas eran muy ilustrativas.
Julián Núñez de Seopan tiene la obligación de escuchar a todos aunque sabe de qué pozos es difícil extraer agua.
Si hubo un protagonista fue la megafonía, que era tan mala que todos prescindieron de las diademas y apostaron por el micro de mano, que es mucho más feo pero mucho más operativo.