El palo fiscal que prepara Sánchez, delatado por su jovial ministra de Hacienda
María Jesús Montero "confiesa" sin querer la hoja de ruta fiscal que impondrá el Gobierno socialista cuando arranque: vienen curvas en un país saturado ya de pagos a las distintas haciendas.
Pocos tenían dudas, pero si había alguno, se habrá caído ya del guindo: habrá subida fiscal en España, y la propia ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, lo ha confesado con una frase que denota incluso placer por ello: no es verdad que "el dinero esté mejor en el bolsillo de los contribuyentes".
Toda una declaración de principios que denota una hoja de ruta fiscal muy severa en un país que, por ejemplo tiene ya el segundo impuesto al trabajo (aquí llamado cotizaciones) más alto de Europa después de Suecia. La ministra incluso da detalles, en una comparecencia en los cursos de veranos de la Universidad Menéndez Pelayo, de cómo lo harán.
En parte, que parezca un accidente: reformulando o rebautizando el nombre de ciertos impuestos muy polémicos y contestados como el de Sucesiones para, a la vez que se anuncia su eliminación, en realidad mantenerlos o aumentarlos. Cuando un impuesto se "deslegitima", dijo, puede que haya que subsumirlo en otras figuras fiscales para presentarlo de nuevo como "un tema justo".
No queda ahí la cosa: el Impuesto de Sociedades es otro de los grandes objetivos, en un país con salarios bajos y empresas pequeñas con dificultades para competir internacionalmente. Pero eso no frenará al Gobierno de Sánchez, que lo elevará apelando a que solo afectará a las grandes corporaciones.
Más recaudación
Montero también se delata en esto y anticipa los planes: un "elemento a corregir" son los beneficios y exenciones del impuesto de Sociedades porque la capacidad de aportación de las grandes fortunas está siendo inferior a la de la pequeña y mediana empresa y "no responde ya a cómo la economía se mueve en el mundo y hay muchas áreas que no están bien reflejadas".
En España ya se paga el segundo mayor impuesto al trabajo de Europa tras Suecia: las cotizaciones
En la práctica, toda subida fiscal afecta al conjunto de los sistemas recaudatorios, en una España donde todos los ingresos de los ciudadanos se dedican a la Hacienda Pública entre el 1 de enero y el 31 de junio: ése es el coste conjunto de la triple tributación directa -nacional, autonómica y municipal- e indirecta -IVA o cotizaciones-. Para Sánchez, aún hay margen de mejora.
"Nunca se ha demostrado que una bajada de la contribución se traduzca en un estímulo económico o en una mayor capacidad recaudatoria", señala la ministra andaluza a modo de advertencia: aunque los datos digan justo lo contrario, la declaración de intenciones anticipa el plan que se nos viene encima.