Los brutales impuestos al tabaco en Francia disparan las ventas en España
Altadis demuestra con datos que no se ha conseguido que se disminuya su consumo en el país pero si el contrabando en el mercado negro y las ventas en estanco en la frontera.
Francia apostó, al margen de Europa, por disparar el precio de la cajetilla como fórmula para atajar el consumo de tabaco. Altadis ha analizado las consecuencias y parece que el único "beneficiado" con esta medida es España pues se ha disparado el número de consumidores que vienen a nuestro país huyendo de los 10 euros por cajetilla que te exigen en el país vecino.
Tan es así, que el nivel de contrabando en el país vecino roza el 28%. La decisión del gobierno francés de iniciar en noviembre de 2017 una agresiva política fiscal contra el tabaco, que se ha traducido desde entonces en constantes subidas de precios, no ha cumplido su objetivo sanitario inicial y sin embargo, ha favorecido el aumento de las ventas de cigarrillos en España, Bélgica y Luxemburgo, en especial en las provincias que hacen frontera con Francia.
Así lo asegura Altadis en un informe al que ha tenido acceso ESdiario cuyo logro inmediato ha sido que el incremento del nivel de contrabando en el país vecino hasta el 27,9% en el mercado de cigarrillos, con un ascenso de diez puntos porcentuales en sólo dos años, cuando el Gobierno galo intensificó su batalla contra el tabaco.
Desde noviembre de 2017 el precio de la cajetilla de cigarrillos se ha incrementado en Francia un 23,4%, situándose ya en 8,5 € por cajetilla, y está previsto alcance los 10 € el próximo año. Estas subidas de precio, consecuencia de fuertes subidas de impuestos, han ido acompañadas en paralelo de incrementos de consumo de tabaco de contrabando (no doméstico).
El precio de la cajetilla de cigarrillos se ha incrementado en Francia un 23,4%, situándose ya en 8,5 € por cajetilla, y está previsto alcance los 10 €
Es decir, de cigarrillos que no han pagado sus impuestos en Francia. Ante la diferencia del precio de la cajetilla de cigarrillos con España - prácticamente la mitad-, al igual que con otros países limítrofes, los consumidores franceses se están desplazando habitualmente hasta ciudades fronterizas en busca de un ahorro significativo.
Así, los estancos españoles situados en la frontera con Francia han incrementado sus ventas de manera muy importante, habiéndose disparado en provincias como Lleida, Girona, Guipúzcoa, Huesca y Navarra, con incrementos de hasta un 6%.
No hay que olvidar que entre Estados Miembro la cantidad de cigarrillos que pueden comprarse en uno para introducirlo en otro, no tiene las limitaciones de los países a terceros. Es precisamente este aumento de las ventas de cigarrillos en zonas próximas a Francia lo que explica en gran medida que los últimos datos oficiales del Comisionado para el Mercado de Tabaco, que muestran un ligero aumento de las ventas legales del 1,27% (acumulado a julio 2019 frente a julio de 2018).
Es decir, no han de interpretarse necesariamente como que en España se esté fumando más sino que, al contrario que en Francia, la política fiscal sobre el tabaco que se está llevando en España durante los últimos años, caracterizada por una cierta estabilidad sin subidas agresivas de impuestos ni introducción del empaquetado genérico -que facilita la falsificación-, está haciendo, junto a la eficaz labor de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, y del departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria, que el volumen de contrabando se estén reduciendo.
Actualmente, se sitúa en el 8,1% del mercado de cigarrillos cuando años atrás alcanzaba el 12,5%. Es decir, que la superación de la crisis económica, junto con esa acertada política fiscal, está provocando que los consumidores estén volviendo a comprar cigarrillos en el estanco, en vez de hacerlo en el mercado negro.
Las fronteras
Al igual que en el caso de España, las zonas fronterizas con Francia de otros países como Bélgica y Luxemburgo también han incrementado significativamente sus ventas durante los últimos dos años. Esta situación ratifica la teoría ya expresada por expertos en Fiscalidad de cómo en el caso de los cigarrillos, las subidas agresivas de impuestos están directamente relacionadas con el incremento en los niveles de comercio ilícito de tabaco en esos mercados.
Incremento que será aún mayor si aumentan los diferenciales de precios con los países vecinos. De este modo, zonas limítrofes de Francia con otros Estados Miembro, como es el caso de Roubaix, frontera con Bélgica, o Perpignan, frontera con España, presentan porcentajes cada vez más altos de consumo no doméstico.
El nivel de contrabando en el país vecino roza el 28%. La decisión del gobierno francés de iniciar en noviembre de 2017 una agresiva política fiscal lo explica
Esta realidad ha hecho que España, como mercado de origen de comercio ilícito en Francia, haya aumentado su importancia, como también lo han hecho Bélgica y Luxemburgo (que han crecido en un 51% y un 49%, respectivamente). Las autoridades fiscales deberían entender que el factor más determinante a la hora de decidir acudir al mercado negro es el precio y que también lo es para decidir desplazarse a un país vecino con menores precios.
El tabaco dejó de ser hace tiempo el ejemplo de bien de demanda inelástica y la política fiscal francesa está demostrando su fracaso en la consecución de sus objetivos de reducción del tabaquismo. La reducción se está produciendo en el mercado legal no en la realidad, debido al aumento del contrabando.