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Los desvaríos del gobierno ponen en juego 140.000 millones de la UE

Ese es el importe de la financiación que obtendría España, y se dividiría en 77.324 millones de euros en forma de transferencias a fondo perdido y 63.122 millones en forma de préstamos.

Los desvaríos del gobierno ponen en juego 140.000 millones de la UE

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Según se desprende del borrador desvelado por la Comisión Europea, España podría percibir hasta 140.446 millones de euros del fondo de la Unión Europea para la recuperación económica tras la pandemia de coronavirus, un equivalente al 11 por ciento del PIB, y lo que le convertiría en el segundo país que más dinero recibiría tras Italia.

El plan, con un presupuesto para el marco 2021-2027 de 1,85 billones de euros, se basa en la emisión de bonos europeos para su financiación que serían canalizados a los gobiernos europeos mediante un híbrido de transferencias directas y préstamos reembolsables.

La propuesta de Bruselas para el fondo de reconstrucción alcanza la cifra total de 750.000 millones de euros en dos años. De ellos, la mayoría son transferencias directas (500.000 millones) que se repartirían en base a la incidencia de la pandemia en cada región. Los 250.000 millones restantes corresponden a préstamos reembolsables.

La financiación que obtendría España se dividiría en 77.324 millones de euros en forma de transferencias a fondo perdido y 63.122 millones en forma de préstamos que posteriormente tendrían que devolverse.

A España, que le corresponderían 140.446 millones de euros de este fondo, es el segundo país con el montante más elevado de la Unión Europea, solo por detrás de Italia, que recibiría hasta 172.745 millones, y seguida de lejos por Polonia, con 63.838 millones de euros.

Estas cantidades corresponden al primero de los tres pilares con que contará el fondo, que se llevará un 87 % de la dotación total, 655.000 millones de euros, según fuentes comunitarias. Estos se destinarán a ayudar a los Estados a financiar "reformas estructurales e inversiones" para reflotar sus economías.

Para recibir el dinero, los gobiernos tendrán que presentar planes de recuperación que muestren que lo gastarán en línea con las recomendaciones económicas que les hace la Comisión y las prioridades europeas, en particular la transición ecológica y digital.

El resto del Fondo de Recuperación, 95.000 millones de euros, se repartirían entre el segundo pilar del mismo, destinado a movilizar la inversión privada y en sectores clave, y un tercer bloque para reforzar programas que la pandemia ha revelado vitales, como la nueva reserva de equipamiento sanitario europea, según ha venido anticipando la Comisión en los últimos días.

Además del fondo de recuperación, la Comisión propone un nuevo presupuesto para el periodo 2021-2027 de 1,1 billones de euros vinculado al mismo.

Los eurodiputados, satisfechos con la propuesta

Los principales partidos políticos del Parlamento Europeo han manifestado su satisfacción con la propuesta y han pedido a Holanda, Suecia, Austria y Dinamarca, que rechazan esos subsidios y apuestan solo por dar préstamos a los países, que reconsideren su postura.

"El plan va en la buena dirección", declaró el líder del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, durante un debate en el que se abordó el paquete de recuperación del Ejecutivo comunitario.

El conservador alemán celebró que la solidaridad europea esté "de vuelta" y añadió que ante la mayor crisis económica desde la II Guerra Mundial "no hay otra alternativa sino invertir ahora".

Recordó a Suecia, Holanda, Dinamarca y Austria que sus empresas "no pueden ser exitosas sin un mercado único exitoso".

La presidenta del grupo socialdemócrata, la española Iratxe García Pérez, declaró que el plan de la Comisión es "ambicioso" y "europeísta". "No se trata ya solo de solidaridad, sino también de la supervivencia del euro y del mercado único, y, por ende, la supervivencia del proyecto europeo", subrayó.

El presidente del grupo liberal Renovar Europa, Dacian Ciolos, dijo que el paquete de Bruselas es "para todos los Estados miembros" y recalcó que “todos lo necesitan con independencia del impacto de la pandemia en su territorio”.

La copresidenta del grupo de Los Verdes, Ska Keller, indicó que el paquete de la CE es "un gran paso adelante", si bien advirtió de que el volumen total "puede no ser suficiente en el tiempo" y pidió "no repetir los grandes errores del pasado" y no volver a las políticas de austeridad.

"Algunos gobiernos creen que lo pueden hacer todo solos, pero deberían pensarlo de nuevo. Se han beneficiado tanto como otros o incluso más que otros Estados miembros del mercado único, de la libertad de movimiento y algunos, desafortunadamente, también de unas normas fiscales un poco demasiado laxas", apuntó.

Entre los eurodiputados españoles, intervino también Esteban González Pons, del PP, quien consideró necesario que las ayudas "estén disponibles lo antes posible" para apoyar iniciativas que "defiendan nuestros valores" y garanticen un acceso "justo" entre los países.

El diputado de Ciudadanos Luis Garicano calificó de "ambicioso" el plan de la Comisión al contemplar emitir "deuda conjuntamente" y subrayó la urgencia del desafío porque "más de 2.000 empresas cierran sus puertas cada día" en España.

El europarlamentario de los Verdes Ernest Urtasun calificó la propuesta como un "salto relevante" en la integración de la zona euro y consideró una buena noticia que los veintisiete "vayan a endeudarse juntos".

Carles Puigdemont se sumó al respaldo al plan del Ejecutivo y afirmó que las ayudas económicas a los Estados deben "superar las fronteras nacionales" y apoyar a la "red de regiones metropolitanas que más cerca están de la ciudadanía".