La balanza por cuenta corriente registra déficit por primera vez desde 2012
La cuenta de capital redujo su superávit a la mitad pasando de 400 millones a 200 en el de 2020, por lo que la cuenta corriente acabó con una necesidad de financiación de 800 millones
La economía española registró un déficit de 1.100 millones de euros en el saldo de la balanza por cuenta corriente (que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias) en marzo, frente a los 1.100 millones positivos del mismo mes del año anterior, según los datos publicados por el Banco de España que reflejan una necesidad de financiación de 800 millones de euros, frente a la capacidad de financiación de 1.500 millones registrada en 2019. Esta balanza no había tenido déficit en el tercer mes del año desde 2012.
Por componentes, el saldo de bienes y servicios fue de 300 millones negativos, frente a los 1.500 millones positivos registrados en el mismo mes del año anterior. La caída del saldo de la cuenta corriente (que disminuye en 2.200 millones) reflejó fundamentalmente la caída en turismo y viajes, uno de los sectores más afectados por el COVID-19, que pasó de los 3.000 millones registrados en marzo de 2019 a 800 millones en marzo de 2020.
Tanto los ingresos como los pagos por turismo registraron en marzo de 2020 los mayores descensos en tasa de variación interanual de la serie histórica: -63,3% los ingresos y -44,3% los pagos.
Además, la cifra de ingresos del mes de marzo de 2020, 1.700 millones, es la más baja registrada en un mes de marzo desde 1982. El saldo de las rentas primaria y secundaria fue de -800 millones, frente a los -400 millones de marzo de 2019. Por su parte, la cuenta de capital mostró un superávit de 200 millones.
Esta situación ha provocado que se registre la necesidad de financiación en un mes de marzo por primera vez desde 2012. La cuenta de capital redujo su superávit a la mitad pasando de 400 millones en el primer trimestre de 2019 a 200 en el de 2020, por lo que la cuenta corriente acabó con una necesidad de financiación de 800 millones.