La UE da una bofetada a las políticas de Sánchez en la cara de Calviño
La vicepresidenta económica, que aspiraba a presidir el Eurogrupo, cae derrotada pese a contar con el apoyo -al menos en público- de Alemania, Italia y Francia. Pésima noticia para España.
El Gobierno se llevó este jueves un revés monumental con la derrota de Nadia Calviño, que aspiraba a la Presidencia del Eurogrupo. La retirada en la segunda votación del luxemburgués Pierre Gramegna acabó dando la victoria al irlandés Paschal Donohoe.
La pinza entre los populares y los liberales europeos -que no españoles, puesto que el PP y Cs iban a una con Calviño- descabalgó a la vicepresidenta española, pese a contar con los apoyos de las tres grandes potencias: Alemania, Francia e Italia.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez había hecho creer que Calviño lo tenía prácticamente todo a su favor. Mujer, con un reputación intachable en la UE y vicepresidenta económica de la cuarta economía de la zona euro. Pensaban los socialistas que esta vez no pasaría lo que en 2015, cuando Luis de Guindos optó al cargo y fue apeado por el socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem. Entonces sin el apoyo del PSOE, por cierto.
Y sí, Calviño tenía todo a su favor... menos la política económica del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, que provoca rechinar de dientes entre los países llamados frugales y que ha acabado pesando como una losa para sus aspiraciones. Por más que el presidente español, en un intento de atraérselos, la semana pasada anunciara contra pronóstico y en plena pandemia una subida de impuestos.
Así pues, la derrota no es de ella, sino del propio Sánchez. Y pierde España, en un momento tan decisivo como crítico para el país. Tener a Calviño al frente del Eurogrupo habría sido una gran baza en la negociación de los Presupuestos de la UE y, sobre todo, del reparto y las condiciones de ese Fondo de Recuperación que la economía española necesita como agua de mayo.
El presidente, además, quería utilizar este nombramiento para dar lustre internacional a su liderazgo, para que la socialdemocracia europea volviera a mirarle con ojos de deseo.
En clave interna, el fiasco de Calviño debilita su posición en el Ejecutivo de coalición, por si no hubiera tenido ya bastantes tira y aflojas con los ministros de Podemos y también con algunos del PSOE. Hasta el punto de amagar con dimitir en alguna ocasión. Su aspiración a presidir el Eurogrupo la retenía. Veremos ahora.
La protagonista de la tarde felicitó con deportividad al ganador a través de las redes sociales. Al tiempo que agradeció a Sánchez su "plena implicación y respaldo".
Por su parte, el PP lamentó una derrota que adjudicó directamente al presidente: "Es evidente que la candidatura de Calviño nacía debilitada al representar a un Gobierno que es fruto de una coalición con un partido radical y populista como Podemos. La decisión refleja, en definitiva, la pérdida de peso de España en Bruselas".