La deseada fusión de Caixabank y Bankia es aplaudida por todos
Las dos entidades han dado luz verde a su integración y el sector financiero va a asistir al movimiento más importante de la última década. De Guindos alaba la eficiencia que van a conseguir
Después de que la ministra de Asuntos Económicos Nadia Calviño e Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, trataran a principio de semana las cuestiones clave, cuyo pilar es el precio que recibirán los accionistas de Bankia, es decir, el Estado, que controla el 62% de las acciones de esta entidad, los consejos de Bankia y Caixabank han aprobado su fusión para crear el mayor banco de España por activos. Así, hoy, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, han presentado ante los medios los detalles de la operación que tanto deseaba sacar adelante Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo.
De Guindos ha asegurado que la consolidación es un instrumento, no una finalidad, para eliminar el exceso de capacidad, reducir costes, ganar eficiencia y elevar la rentabilidad, que es muy reducida, en el sector bancario europeo. El vicepresidente, que ha subrayado que no puede referirse a operaciones concretas, ha añadido: "Las valoraciones son muy inferiores a las que existen en otros sistemas bancarios; esto no es neutro, implica una desconfianza del inversor institucional, que pide un coste de capital muy superior".
El grupo resultante creará un gigante bancario de más de 600.000 millones de euros por activos, líder en el segmento de crédito y depósitos, con una cuota de mercado que sobrepasará el 22% en España. El banco también será número uno en gestión de fondos, uno de los pilares más fuertes en la maltrecha generación de ingresos del sector en los últimos años. La integración de CaixaBank Asset Management y Bankia Fondos dará lugar a una macro gestora con casi 65.500 millones de euros en activos.
La sede del nuevo banco estará en Valencia, con sedes operativas en Madrid y Barcelona. Los sillones del consejo están ocupados por 15 miembros, entre independientes, dominicales y los ejecutivos que ocuparán Gonzalo Gortázar como consejero delegado de la entidad y José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo.
Según lo acordado, el actual presidente de Bankia tendrá bajo su mando las áreas de auditoría interna, así como la secretaría general y el área de comunicación. En este sentido, los directivos de CaixaBank serán los que tengan la mayor parte de las competencias de negocio, con Gortázar como responsable de las áreas de riesgos y la relación con el Banco Central Europeo (BCE).
La siguiente preocupación en ambas entidades va a venir por la fuerte reestructuración a la que van a tener que hacer frente, para la que por lo menos no será necesario hacer una ampliación de capital, ya que se pagará con los cerca de 8.000 millones de euros del badwill (fondo de comercio negativo). Expertos del sector calculan que la red de sucursales deberá reducirse a cerca de la mitad de las más de 6.700 oficinas que suman entre Caixabank y Bankia, lo que sin duda afectaría a un gran número de los más de 51.500 empleados que conforman ambas plantillas. El 66% de las oficinas y el 69% de los empleados lucen ahora mismo la enseña de la entidad catalana.