Ana Botín blindará el Santander a las fusiones con un nuevo banco digital
Será una entidad global de financiación al consumo basada en Santander Consumer Finance y en Openbank, dos negocios con gran potencial de crecimiento. Se acelera la transformación digital.
Ana Botín ha sido clara en la junta de accionistas y ha dado un no rotundo a participar en fusiones: «Aunque estamos viendo movimientos de consolidación en Europa, nos sentimos cómodos con nuestra escala y capacidad para invertir y no contemplamos participar en ningún proceso». Su objetivo prioritario es acelerar la transformación digital del grupo, a la vez que siguen incrementando la base de clientes, especialmente los vinculados, y generan valor para el accionista, siempre de manera orgánica, sin compras ni absorciones.
El grupo está así ultimando la creación de un banco global de financiación al consumo totalmente digital, apoyándose en Santander Consumer Finance y en la plataforma de Openbank, dos negocios con «gran potencial de crecimiento». En abril, Ana Botín se comprometió a lograr un ahorro neto de 1.000 millones de euros en Europa con estas dos empresas en un plazo menor a cuatro años, y ese objetivo se cumplirá a finales de 2020, mucho antes de lo previsto. «Hoy nos comprometemos a conseguir 1.000 millones de euros de ahorros adicionales en los próximos dos años en este mismo perímetro», resalta la presidenta del Santander.
Otro proyecto es la construcción de un modelo operativo y de negocio común bajo la denominación de ‘One Santander’, que afectará a todos los mercados pero que ya ha
comenzado a implementarse en los cuatro bancos europeos del grupo. Ana Botín explica que con este nuevo modelo simplificaran los productos y servicios que ofrecen a sus clientes para mejorar la experiencia con el banco”. El Santander quiere competir con las grandes plataformas de pagos y, para ello, está integrando sus negocios de pago más disruptivos en una compañía autónoma y 100% propiedad del grupo.
“Los pagos son clave en nuestra estrategia de vinculación pues son parte del día a día de nuestros clientes”, insiste la presidenta del Santander. Esta compañía de nueva creación desarrollará su actividad en tres áreas de negocio: soluciones para comercios, sobre la plataforma de Getnet en Brasil; soluciones para pymes que operan internacionalmente basándose en Ebury; y productos y servicios digitales para consumidores, aprovechando el éxito de Superdigital, la plataforma de inclusión financiera para la población no bancarizada en Latinoamérica y que ya está presente en cinco mercados.
La creación de esta empresa les ayudará a generar nuevas fuentes de ingresos. La oportunidad de mercado global es de unos 500.000 millones de euros según la presidenta del Santander. Sobre las especulaciones de nuevos ajustes de plantilla, Ana Botín es intencionadamente ambigua: «Respecto a las medidas sobre la plantilla, en el momento en que haya una propuesta, los primeros que la van a conocer serán, como siempre, los representantes de los trabajadores, con los que tenemos una relación muy fluida y apreciamos el trabajo que hacen», responde a la pregunta de un accionista sobre un ERE que afectaría a 3.000 empleados.
Esfuerzo común en la guerra contra la pandemia
En la junta, Ana Botín ha pedido proteger a las empresas y el empleo en la guerra contra la Covid-19. El Gobierno y el sector privado deben trabajar juntos para fomentar un crecimiento inclusivo y sostenible en todo el mundo. «Nadie por sí solo puede acabar con esta crisis. Las empresas, la sociedad civil y los gobiernos nos necesitamos. Debe ser un esfuerzo común», enfatiza la presidenta del Santander. «España debe aprovechar esta oportunidad única para apoyar la transformación de su economía y mejorar su competitividad, no habrá otra oportunidad igual para dar ese salto que España necesita», concluye Ana Botín, en referencia a la inyección procedente del fondo europeo de reconstrucción.
Respecto a los resultados trimestrales y las previsiones, el banco obtuvo un beneficio ordinario de 3.658 millones de euros en los primeros nueve meses de este año, un 33% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la covid-19.
Santander se anotó unas pérdidas de 9.048 millones de euros durante los nueve primeros meses de este año, frente a un beneficio de 3.732 millones de euros registrado un año antes, debido a que en el trimestre pasado registró una actualización del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs), lo que generó un cargo extraordinario sin efecto en caja de 12.600 dotaciones por 12.600 millones de euros.
En este contexto, la entidad prevé finalizar 2020 con un beneficio ordinario de 5.000 millones de euros. La entidad ha propuesto a los accionistas la aprobación de un dividendo en efectivo de 0,10 euros por acción en 2021, sujeto a la aprobación regulatoria.