Sánchez e Iglesias suben los impuestos y anuncian un gasto nunca visto
El Gobierno ha presentado sus cuentas para 2021. Un elevado plan de gasto y una subida de impuestos en pleno hundimiento económico que solo se disimulará con el dinero europeo.
Los Presupuestos Generales del Estado han visto la luz, después del choque frontal entre los dos partidos del Gobierno que se prologó hasta última hora de este lunes. Podemos amenazó con dinamitar la propuesta que Sánchez había anunciado ante la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, si no se regulaban los precios de los alquileres y se facilitaba el acceso al Ingreso Mínimo Vital.Pero finalmente hubo fumata blanca. Una fumata blanca con pronóstico catastrófico que deja unas cuentas públicas con el mayor gasto de la historia, jugándoselo todo a una carta, la de los fondos del Plan de Recuperación europeo, que pueden ser pan para hoy y hambre para mañana.
Los 170.000 millones que finalmente se pedirán, la mitad como préstamo, no se pueden dedicar a "gasto corriente". Pero todo indica que, con distintos "trucos" contables, ése será el destino de una parte hasta que la Unión Europea se percate y examine el destino de todo el dinero allá por la próxima primavera. Esa duda existe, pero ahora resulta imposible de aclarar.
Además, el Gobierno ha planteado una subida de impuestos, que ha intentado disfrazar de "justicia fiscal", asegurando que la mayor carga recaerá sobre los que más tienen. "Subimos el impuesto de sociedades a grandes grupos empresariales, subimos un punto el impuesto para patrimonios de más de 10 millones de euros y tres puntos el IRPF de rentas de más de 200.000€".
Quien lo ha explicado el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, el primero en tomar la palabra en una rueda de prensa, escueta y sin preguntas, con la que Sánchez ha querido cerrar una herida en el seno del Gobierno de coalición tras la ruptura de este lunes.
Junto a ello, también se fijará una tributación mínima del 15% para 'socimis' y reducirá desgravaciones de planes de pensiones privados y, aunque no lo han explicado, también están sobre la mesa nuevos impuestos 'verdes', a los envases de plástico, un IVA del 21% a bebidas azucaradas, las tasas 'Google' y 'Tobin'.
Iglesias ha destacado que se inaugura "una nueva época en política económica que deja atrás definitivamente la etapa neoliberal y de recortes y pone a España en la senda de recuperación de derechos laborales y sociales y refuerzo de servicios públicos".
Las cuentas no cuadran
De esta manera, ha ido desgranando todas y cada una de las áeras en las que el Gobierno dedicará su ingente gasto público, anunciando un refuerzo histórico de la sanidad pública. Además, ha anunciado un mayor gasto en dependencia cifrado en 1.300 millones de euros, tanto para reducir listas de espera como para atención domiciliaria a mayores; 200 millones para la educación de cero a tres años y otros tantos para la contratación de cuidadores.
Además, ha anunciado que las pensiones mínimas no contributivas subirán alrededor del 1,8% en 2021, el doble que el resto de pensiones que se actualizarán según el IPC previsto (0,9%), mientras que el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) se elevará un 5% el próximo año.
Las cuentas no salen por el hundimiento de la recaudación y un paro que en breve puede llegar al 20%
Así, Iglesias ha ido detallando el gran plan de gasto que ha diseñado un Gobierno, destacando, además, sus grandes 'victorias' frente a Sánchez, la regulación del precio del alquiler que se hará en un plazo máximo de tres meses y que ha descrito como "el mayor grado de intervención pública en el mercado del alquiler en Europa", y la flexibilización del acceso al IMV.
Junto a ello, también han anunciado la dotación de de 6.161 millones de euros para desplegar medidas de transición energética y mejora de infraestructuras y que el Ministerio de Transición Ecológica contará con 11.935 millones de euros para ejecutar políticas verdes.
Por su parte, Sánchez ha destacado que los nuevos PGE son la "pieza clave" para la recuperación económica y supone dejar atrás la austeridad y los recortes, para dar paso a una "energía" y una "voluntad" del Ejecutivo de "salir adelante" tras la pandemia con una inversión pública social histórica, de 239.765 millones, un 10,3% más, incluyendo un adelanto de 27.000 millones de los fondos europeos, el clavo ardiendo al que se agarra el Gobierno para no dejar las arcas públicas en situación crítica.
"La respuesta de los PGE va a estar a la altura del impacto, dibuja un antes y un después del modelo económico y no se va a dejar a nadie atrás, reduciendo desigualdades y fortaleciendo los servicios públicos", ha dicho el presidente.
Un escenario diabólico
Así, se ha dado luz verde a la tramitación de unas cuestas que serán aprobadas este martes en el Consejo de Ministros y que llegarán al Congreso a mediados del mes de noviembre para su aprobación, para que entren en vigor en enero de 2021.
Ahora habrá que ver si el Gobierno cuenta con los apoyos suficientes para avalar en la Cámara unas cuentas públicas que incluyen el mayor gasto de la historia y que de no ser por el dinero europeo dejarían a España en una situación crítica.
Incluso con él, la caída de Impuesto de Sociedades con 100.000 empresas cerradas en lo que va de año y el inexacto cuadro económico de los Presupuestos, que se fijó a principios de octubre sin tener en cuenta la segunda ola de la pandemia, presagian un escenario diabólico de desempleo, mucho gasto, más impuestos, menos recaudación y una combinación de deuda y déficit sin precedentes.