Sánchez recurre ahora al Rey para maquillar el "sablazo" fiscal que prepara
El presidente se presenta en Zarzuela con sus cuatro vicepresidentas para intentar hacer "cómplice" a la Corona del Plan de Rescate de Europa plagado de subidas de impuestos.
No estaba previsto. O al menos anunciado. Y tampoco se hizo cuando probablemente tocaba, antes de que fuera un hecho consumado ante Europa. Pero Pedro Sánchez se ha presentado a primera hora del viernes en Zarzuela, con sus cuatro vicepresidentas, a presentarle al Rey el Plan de Rescate que España le ha pedido a Bruselas, bautizado con uno de esos eufemismos que a duras penas camufla la realidad económica del país más dañado por la crisis económica y sanitaria.
No es casual y obedece a una poderosa razón, según confirman a ESdiario fuentes de Moncloa: el Gobierno ha entrado en pánico ante la formidable respuesta política, social y hasta jurídica que ha generado la propuesta española por dos razones. De un lado la formal, resumida en la opacidad del documento y en la "privatización" de la gestión de los 140.000 millones.
Y de otro, el fondo del asunto: el enorme "sablazo" fiscal que contiene: la subida de impuestos prevista, una parte ya en marcha y otra en el plazo de dos años; afectará a todas las rentas y a todas las clases sin excepción, por mucho que se haya apuntado solo a los "ricos".
"El diésel, las matriculaciones, donaciones o sucesiones lo paga todo el mundo", explican fuentes populares a este periódico, indignadas por una deriva recaudatoria del Gobierno que, aseguran, frenarán en cuanto les sea posible.
Pero lo sustantivo es el "uso" del Rey para vender la idea de que el plan es un asunto de Estado, pese a que el Gobierno se ha negado a pactarlo con nadie. Si hace quince días se metió a Felipe VI en el lío de firmar una ley cuyo preámbulo era un ataque grotesco al PP; ahora se le intenta utilizar para adecentar una propuesta que casi nadie conoce y que ha elaborado Moncloa en exclusiva, con cortapegas incluso de viejos documentos.
Las relaciones entre Moncloa y Zarzuela van a mejorar con la salida de Pablo Iglesias y la debilidad de Podemos
El Jefe del Estado no puede negarse ni a estampar su firma en el BOE ni a recibir al presidente y sus cuatro vicepresidenta, pero sorprende la ligereza con Moncloa le utiliza como un recurso de quita y pon: lo mismo le impide acudir a un acto de Barcelona que le hace "cómplice" del célebre Plan de Resiliencia, con el palo fiscal que contiene.
Por buscar algo positivo, los entornos de Zarzuela y Moncloa sí coinciden en algo: la relación entre ambas instituciones ha mejorado significativamente en los últimos tres meses. Y la salida de Pablo Iglesias y el hundimiento de Podemos en Madrid hará más fácil todo en el futuro. "A Sánchez no le queda nada ni nadie para parecer moderado, solo el Rey puede ayudarle a recuperar una cierta imagen", explican desde las cercanías de Palacio.
Menos sobresaltos
Y no hay que olvidar que al Rey tampoco le viene mal ahorrarse sobresaltos con Moncloa: zanja el debate republicano, tan residual como hinchado por Podemos, y se garantiza la estabilidad que prácticamente no ha tenido desde la abdicación de Juan Carlos I, la gran incógnita en esa incipiente entente entre Sánchez y don Felipe. "Pero mas sencillo será encontrar una solución si la sintonía entre ambos se refuerza", concluyen las mismas fuentes.