El Gobierno mantiene su injusto proyecto de peajes en las autovías
La Ministra Montero confirma la implantación del pago en este tipo de vías a partir de 2024 a pesar de que, como apunta el RACE, los conductores ya pagamos 30.000 millones en impuestos.
El Real Automóvil Club de España (RACE) ha mostrado su oposición frontal a que el Gobierno abra la puerta a que los conductores paguen por circular por autopistas y autovías. Según el RACE los conductores ya aportan 30.000 millones de euros al año en impuestos, y los peajes volverían a cargar de problemas las espaldas y los bolsillos de los conductores, a los que pondría en serio peligro al obligar a muchos de ellos a buscar vías alternativas y mucho más peligrosas.
Una encuesta realizada el pasado mes de diciembre por el Observatorio de Conductores del RACE señala que el 78,9% de los conductores está en desacuerdo con el pago por uso de autovías y autopistas actualmente gratuitas; cerca del 74% asegura que no está dispuesto a pagar por circular por vías de alta capacidad que no son de peaje; el 84,4% considera que siempre o a veces buscaría carreteras alternativas; el 80% indica que se utilizarían más las vías secundarias, y el 79% recalca que, consecuentemente, se incrementarán los accidentes de tráfico.
A pesar de ello, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha situado la implantación de peajes en las autovías españolas «cuando la recuperación sea una realidad», por lo que ha reconocido el año 2024 como una fecha tentativa para la ejecución de la injusta medida.
Montero ha precisado que la presencia de peajes en las autovías lleva tiempo comentándola el Ministro Ábalos. La ministra de Hacienda ha justificado la iniciativa que el Gobierno español ha planteado a las autoridades comunitarias en la búsqueda de «un modelo para homologar el mantenimiento de las carreteras con los países vecinos de la Unión Europea».
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno ha argumentado que el Gobierno trabaja en el impulso definitivo de iniciativas estratégicas de movilidad sostenible, pretensión que ha concretado en destinar 10.000 millones en tres años para puntos de recarga de vehículos, así como al impulso del transporte urbano o las cercanías, dentro de la aspiración de contar con alternativas al vehículo particular, de manera que los ciudadanos puedan olvidarse del uso del vehículo y alcanzar un transporte que está a la altura del siglo XXI. Todo propuestas de un idealismo bucólico que no se corresponden a la realidad de nuestro mercado.