Un español paga un 30% más por la luz que un alemán con la mitad de su sueldo

Un alemán gana el doble que un español, pero paga la luz casi un 30% más barata. La abrumadora comparación deja clara la excepcionalidad energética de España, la peor de Europa en el escenario más adverso posible: con menos renta per cápita que los grandes de Europa; más paro juvenil y femenino y los costes más abultados en combustible, telefonía y esfuerzo fiscal, con el quinto mayor del mundo.

La factura eléctrica, que tiene paralizado al Gobierno e inmerso en un debate político entre el PSOE y Podemos por la campaña de éste para distanciarse del "tarifazo" con propuestas de difícil aplicación a corto plazo, afecta además ya a otros epígrafes dañinos para el bolsillo: el encarecimiento en la industria y el comercio ya tiene tiene efectos secundarios en materia de empleo. Y los precios para el consumo comienzan a dispararse, hasta un 20% el aceite de oliva o un 5% los huevos.

Y nada va a cambiar, quizá hasta febrero al menos. Al contrario, el precio de la luz no da tregua, se vuelve a encarecer el megavatio a la hora. El coste crece un 14,4% con respecto al día anterior llegando hasta los 116,73 euros megavatio. En esta ocasión no alcanza histórico, se sitúa 56 céntimos por debajo del récord marcado el día 13 de agosto fijado en 117,29 euros.

La luz en España continua siendo la más cara de Europa datos que contrastan con el resto de los 19 mercados eléctricos. Cifras lejanas y menos asequibles que las de 84,31 en Alemania, los 86,29 en Francia y los 109,14 euros en Italia. Solo Portugal comparte estas facturas tan excesivas.

Con respecto a hace un año, el precio medio diario de la electricidad para este miércoles será un 195% más caro que los niveles que marcaba por las mismas fechas de agosto de 2020.

El precio medio de esta jornada es el tercero más caro de la historia de nuestro país tras los mencionados 117,29 euros y los 117,14 euros del día 20. Sin duda, agosto va a ser el mes más caro de la electricidad en España. El precio máximo será de 129,15 euros entre las 22 y 23 horas, un tramo en el que, además, se ha instalado la idea falsa de que las tarifas son más asumibles.

La factura más cara de la historia

En lo que va de agosto, el 'pool' ha pulverizado todos los récords vistos hasta ahora, apuntando a un precio medio para el mes por encima de los 100 euros/MWh. De hecho, la factura de la luz de un usuario medio este mes será "la más cara de la historia", con un encarecimiento del 43,7% con respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de Facua-Consumidores en Acción.

Según estimaciones de la asociación de consumidores sobre la evolución de la tarifa semirregulada (PVPC), los primeros 15 días de agosto reflejan una factura mensual para el usuario de 91,62 euros, con esa subida de casi el 44% con respecto a los 63,77 euros de agosto del año pasado, a pesar de la bajada del IVA del 21% al 10% aprobada por el Gobierno para las facturas emitidas desde el 26 junio hasta final de año.

Con las tarifas aplicadas del 1 al 15 de agosto, el usuario medio pagará 27,85 euros más que en agosto de 2020, cuando la factura se situó en 63,77 euros. La bajada del IVA al 10% hasta diciembre mientras el precio medio del megavatio hora esté por encima de los 45 euros amortigua la subida en 9,16 euros. Si se siguiera aplicando el 21%, el recibo habría alcanzado los 100,78 euros.

Conflicto entre los socios de Gobierno

Esa espiral alcista ha llevado a focalizar el debate político en cómo abaratar el precio de la electricidad. De hecho, el Gobierno abrió la puerta a crear una empresa pública energética, tal y como viene desde hace tiempo pidiendo su socio en el Ejecutivo, Unidas Podemos.

De hecho, la formación morada ha realizado una última propuesta al Gobierno para abaratar la factura de la luz que pasa por limitar el precio de la energía nuclear e hidroeléctrica mediante decreto ley. Este contexto de subidas en el 'pool' eléctrico está marcado por el incremento en los precios de los derechos de CO2 y del gas, a los que se ha unido el incremento de la demanda por la ola de calor.

El precio de la energía tiene un peso cercano en la factura de en torno al 24%, mientras que alrededor del 50-55% corresponde a los peajes -el coste de las redes de transporte y distribución- y cargos -los costes asociados al fomento de las renovables, a las extrapeninsulares y las anualidades del déficit de tarifa- y el resto, a impuestos.