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A nuestras empresas les falta tamaño y competitividad

La empresa española es pequeña y poco competitiva. Si se fomentará su crecimiento, crearían 1,2 millones de empleos y harían crecer el PIB un 5,2%. Hay más de 100 barreras que lo frenan.

Gerardo Cuerva Cepyme

Publicado por
R. Martínez

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Cepyme ha identificado más de 100 barreras regulatorias que frenan el crecimiento empresarial en nuestro país, uno de los grandes problemas del tejido que sustenta nuestra economía. Los obstáculos al crecimiento de las pymes han provocado que la empresa española sea más pequeña que en la mayor parte de los países europeos y que sea menos competitiva. En concreto, mientras que la empresa media española ocupa a 4,7 personas, una empresa media de la Unión Europea da empleo a 6.

Además, en España el ingreso medio de las microempresas por cada uno de sus ocupados es de 122.300 euros, mientras que en la media comunitaria es un 11% mayor (135.600 euros por ocupado). En Irlanda, Bélgica, Dinamarca y Reino Unido, las ventas por ocupado en las microempresas son, al menos, un 50% mayores a las que se producen en España.

Asimismo, destaca los mayores riesgos que corren las pymes, tales como una productividad menos elevada, ya que se financian a tipos de interés más caros y tienen menos posibilidad de captar talento, innovar o internacionalizarse. No obstante, el informe señala que el problema en España no es la falta de emprendimiento, sino la mortalidad empresarial.

En España se constituyen anualmente más empresas que en Alemania, Francia o Italia. La tasa de emprendimiento (empresas creadas por cada 10.000 habitantes) española se sitúa en el 35,3%, siendo de las más altas de la UE, duplicando las que existen en Alemania, Holanda e Irlanda.

Asimismo, la tasa de natalidad empresarial (relación entre empresas nacientes y empresas activas) de España es también más alta que la media de la UE. En España, se crea anualmente el 10,6% del tejido empresarial, por encima del 9,8% de la media de la UE.

En cambio, la tasa de mortalidad empresarial, que mide el porcentaje de tejido empresarial que desaparece de forma anual, es mayor en España que en Italia, Alemania o Portugal, teniendo en cuenta los datos de las empresas con asalariados.

Esta tendencia se agudiza en España en las empresas de nueva creación, que muestran una mayor vulnerabilidad que en otros países europeos. En concreto, el 9,2% de las empresas con asalariados acaba cerrando a lo largo del año en España, mientras que en la media de la Unión Europea se sitúa en el 8%.

Esto significa, explica Cepyme, que cada año desaparecen en España una de cada 11 empresas con asalariados, una tendencia que ya se observaba antes de la crisis del coronavirus y que se ha agravado como consecuencia de la pandemia, advierte.

De hecho, sólo la mitad de las empresas sobreviven tres años después de su creación, una proporción inferior a la de Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Portugal, entre otros países europeos, un dato «escalofriante».

España crearía cerca 1,2 millones de empleos, aumentaría el PIB un 5,2% y elevaría las exportaciones totales un 5,2%, si se fomentara que la empresa española tenga el mismo tamaño que la media de la Unión Europea, según concluye el ‘Informe sobre Crecimiento Empresarial’ que ha publicado Cepyme.

Equiparar el tamaño empresarial en España al de la media europea también elevaría las ventas de las compañías en 246.000 millones de euros de manera agregada, expandiría la masa salarial en 29.000 millones de euros e incrementaría la recaudación fiscal en cerca de 20.000 millones sin tener que elevar los impuestos.