El encarecimiento del gas hincha las cuentas de resultados de las gasistas

El precio del gas está siendo un verdadero problema para gobiernos, empresas y ciudadanos. El coste en Europa se ha disparado en las últimas semanas y ha alcanzado cifras récord en los últimos días. Por ejemplo, la cotización del gas en el “Hub Mibgas” ha cerrado hoy con un precio de 105 euros por MWh frente los 17 euros por MWh de diciembre de 2020. Lo que supone una subida superior al 500%. O dicho de otro modo, se ha multiplicado por seis. Su incremento no solo está teniendo efectos devastadores en el cambio climático, sino que también está repercutiendo en los costes de las compañías y familias.

Tras las razones de esta alza se encuentran una combinación de factores, como las tensiones geopolíticas, una fuerte recuperación económica tras el Covid y una reducción del almacenamiento del gas por un pasado invierno más frio de lo esperado. Europa es una de las regiones más dependientes del gas -que se utiliza para abastecer una quinta parte de su energía-, pero la mayor parte de su suministro procede de fuera de la UE, principalmente, de Rusia.

Los principales perjudicados de esta situación son los hogares. Si en 2020 una familia española se dejaba 850 euros en calefacción de gas natural, este año la factura superará los 1.000 euros. No obstante, la verdadera subida se dejará sentir en 2022, cuando se sitúe los 1.227 euros. Este incremento supone un alza del 44% respecto al primer trimestre de 2020, es decir, 377 euros más que en 2020.

El problema es que los clientes con tarifa regulada no serán conscientes del coste hasta el año que viene. Y es que con las nuevas medidas del gobierno – Real Decreto Ley 17/2021-, los clientes acogidos a la tarifa de último recurso -conocida como la Tarifa de Último Recurso o TUR- han visto cómo se introducía un “techo” en el coste de energía para el cuarto trimestre de 2021 y el primer trimestre de 2022, si bien tendrán que hacer frente al déficit generado con incrementos de precios adicionales en las siguientes revisiones de la tarifa. En el caso de que no se hubiera introducido dicho límite, un cliente en la TUR habría pagado en 2021 un 15% más que en 2020 y pagaría en 2022 un 38% más que en 2021.

Además, la subida del precio del gas no solo afecta a las facturas del gas, también al precio de la electricidad. Los expertos aseguran que el precio del gas el que más incidencia ha tenido en el precio de la luz, siendo el motivo que justifica más del 50% de la subida de los precios de la electricidad.

Las empresas gasistas, las grandes beneficiadas

Sin embargo, las empresas beneficiadas de esta situación son las principales compañías gasistas. Mientras que algunas personas tienen que elegir entre calentarse o comer, muchas de las mayores empresas de combustibles fósiles del mundo van a obtener unos beneficios récord este 2021. Según las estimaciones de Bloomberg, las ocho mayores compañías obtengan un beneficio neto de más de 140.000 millones de dólares, frente a los menos de 2.000 millones de euros que alcanzaron en 2020.

Un ejemplo es Grazprom. Los analistas estiman un beneficio neto de más de 31.600 millones de dólares este año para la compañía rusa, frente a los 2.600 millones del ejercicio pasado. Por su parte, Total podría alcanzar unas ganancias de 16.700 millones, frente a los 2.685 millones de dólares de 2020. Y si el año pasado Royal Dutch obtuvo un beneficio neto de 3.000 millones de dólares, para este ejercicio se prevé que rebase los 18.500 millones de dólares.

Los expertos aseguran que este contexto de crisis energética no existiría si hubiera mucha más capacidad renovable instalada y conectada al sistema eléctrico. Las energías renovables disminuyen el papel de los combustibles fósiles, abaratan el recibo de la luz y disminuyen la dependencia energética de estas materias primas. Por eso los expertos poden acelerar el despliegue de fuentes de energía. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), para mantener el objetivo de 2050, la capacidad mundial de energía renovable debe ser un 80% mayor que el ritmo actual de crecimiento para 2026.