Música desacompasada en las intrigas contra Iberdrola

El juez Manuel García-Castellón ha situado a Iberdrola, a la matriz, en el ojo del huracán del ‘caso Villarejo’. De nada ha servido que su presidente, Ignacio Sánchez Galán, le informase en la Audiencia Nacional de que él no tiene entre sus cometidos las cuestiones de Seguridad, que demostrase que había sido víctima del ex comisario, que el propio ex jefe de Seguridad había asumido su responsabilidad.

El instructor prorroga la instrucción otros seis meses, hasta el 27 de julio, retira a Iberdrola la condición de querellante y pide al Fiscal que se pronuncie sobre su posible imputación. Para mayor abundamiento, el trato ha sido muy diferente al que tuvieron -y no podía ser de otra manera-, el presidente de Repsol, Antoni Brufau, y el ex presidente de Caixabank, Isidre Fainé. Manuel García-Castellón decidió, después de imputarles, dar marcha atrás y, posteriormente, archivar los hechos por los que se les señalaba que habían prescrito.

Es decir, que comparten con el presidente de Iberdrola las mismas circunstancias y acusaciones, haber pagado supuestamente a Villarejo para que espiasen a sus rivales políticos y empresariales, pero han tenido un resultado muy diferente. Lo que Galán demostró en sede judicial que es falso y que todo el mundo sabe, por las anotaciones de Villarejo, que fue al revés: Iberdrola fue la espiada.

¿Por qué acusan a Galán y a Iberdrola si no hay una sola prueba?

Galán, además, denunció que había una coincidencia entre los apuntes encontrados al ex policía y su agenda. Concretamente, se trata de una comida que tuvo en un pequeño pueblo de Zamora. Sobre este particular, el juez no se ha pronunciado.

La decisión del juez de prorrogar la causa pareciere dejar a la eléctrica a los pies de los caballos de los mercados internacionales, ya que cada día que pasa se erosiona su imagen, que es la de España y de la segunda empresa más importante de este país. Menos mal que en el mundo van a lo serio y los éxitos de Iberdrola se cuentan por uno a la semana.

La factura en cuestión es de 25.000 euros y está fechada en 2004. Por lo tanto, en el caso de que hubiese habido algún delito ya estaría prescrito. Pero el juez no lo interpreta así y señala directamente al presidente de Iberdrola como si él conociese su contenido, e incluso como si le hubiese dado el visto bueno. Para arrojar luz a este asunto basta con poner sobre la mesa la cifra de facturas que visa la compañía a lo largo de un año. En total, una media de 140.000 que son emitidas por los más de 22.000 proveedores que tiene la entidad.

Desde la entidad han denunciado que hay una campaña contra la compañía y su presidente que no tiene más objetivo que derribarlo. Es decir, que la eléctrica cambie de capitán, que sea dirigida por otras personas.

En este punto cobra especial notoriedad el protagonismo que ha adquirido el presidente de ACS, Florentino Pérez, enemigo declarado de Galán desde que el salmantino impidió su desembarco en la eléctrica. El constructor pidió la imputación de Iberdrola, la matriz, ya que es a Iberdrola Renovables, una filial, a la que investiga el juez. Llegó incluso a declarar en una comisaria de policía que le habían dicho, sin precisar quien ni aportar prueba alguna, que dos medios digitales iban a publicar información contra él gracias a la documentación que había conseguido Villarejo que le había encargado Iberdrola.

Nunca llegó a publicarse nada, nunca aportó prueba alguna. Llegó, incluso, a ser llamado a declarar por el juez al que no ofreció ninguna evidencia de lo que decía ni un ejemplo material por el que habría sido perjudicado. Existen audios en el sumario, constancia documental en el proceso, en el que, por el contrario, el juez le dice claramente a Florentino: “Estamos aquí para protegerle”, lo que alimenta más las suspicacias. Ahora, el instructor le toma la palabra pide a la Fiscalía que se pronuncie sobre la imputación de la matriz, como pedía el presidente de ACS.

Y no es de extrañar el interés que despierta la eléctrica vasca. Tiene una capitalización en bolsa de más de 63.200 millones, da empleo directo e indirecto a más de 400.000 personas y, sobre todo, tiene una inmejorable posición para liderar el panorama energético internacional en los próximos 30 años. Es líder mundial en energía eólica marina y la empresa con una proyección de desarrollo en renovables más prometedora de todas las que se encuentran en esa carrera. Baste con dar un dato.

Sólo en esa dialéctica de ‘juego de sillas’ en la entidad, se explica que el caso haya ido hacia delante y que hayan condenado a la ‘pena del telediario’ a Galán. El caso está montado sobre una denuncia que interpuso un ex empleado por una supuesta factura irregular. Hay que señalar que controlador de recibos ha sido condenado recientemente por robar documentación a la compañía y al que los medios han destapado un patrimonio de 41 viviendas.

Sostiene que elaboró un informe que remitió a su superior, y del que la multinacional no tiene constancia documental alguna pese a tener todos los procedimientos internos perfectamente tasados. Es más, dice que lo registró ante un notario para guardarse las espaldas, pero en sede judicial reconoció que le había dado el visto bueno, que lo había firmado. Pero es que hizo lo mismo con facturas del mismo tenor que le fueron llegando en los años sucesivos.

Algo suena desacompasado en el caso contra Galán.