España es responsable del 30% de los parados de larga duración en Europa
3 de cada 10 de los parados de larga duración en la Unión Europea son españoles. Nuestro país suma 912.000 personas que llevan, al menos, dos años sin trabajar, y ya van tres trimestres así.
España encadena ya tres trimestres consecutivos de aumentos en el número de parados de larga duración, lo que no sucedía desde el ejercicio 2014. Además, un informe realizado por Adecco advierte del aumento generalizado en casi todas las comunidades autónomas.
Andalucía (31,1%) es la región con más desempleados de larga duración, seguida por Asturias (30,5%). Mientras que, Baleares (18%) se presenta como la que menos desempleados tiene en la región. Unas diferencias que “se deben a la heterogeneidad de la productividad y la competitividad, y a las diferencias entre los tejidos empresariales de unas y otras”, explica Castelló-Sirvent, profesor de ESIC.
A nivel europeo, solo Grecia (40,6%), Italia (34,5%) y Bulgaria (28,4%) presentan una mayor proporción de paro de larga duración que España que, además, supera en casi siete puntos la media de la UE (20,2%).
El panorama es algo preocupante, sobre todo si se considera que representan el 30 % del total de parados de larga duración de toda la Unión Europea. España suma, por sí sola, tantos como Suecia, Dinamarca, Finlandia, Polonia, República Checa, Hungría, Holanda, Austria, Rumanía, Portugal, Bélgica, Grecia, Croacia, Bulgaria, Chipre, Letonia y Lituania juntos, según el informe Adecco.
Asimismo, países con mucha más población que España (47,4 millones de habitantes) tienen menos parados de larga duración. Alemania (83,2 millones de habitantes) cuenta con 245.900 parados de larga duración, Francia (67,3 millones de habitantes) con 348.900 personas paradas, e Italia (59,3 millones de habitantes) cuenta con 827.000 personas que buscan empleo desde hace al menos 24 meses. “Es un fenómeno que se retroalimenta. Por un lado, somos un país que presenta, de forma casi endémica, tasas de desempleo elevadas, en torno al 13,5 – 14 %. Y eso se combina con un modelo en el que no hay un ajuste adecuado entre la oferta de formación y lo que demanda el mercado”, cuenta Javier Blasco, director de The Adecco Institute.
Aumento de la siniestralidad laboral
En el cuarto trimestre de 2021 se ha producido un incremento interanual de un 14,6%, que ha aumentado la siniestralidad hasta 63,7 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados, que es el dato más alto desde el inicio de la pandemia. El informe de Adecco señala que la siniestralidad laboral lleva dos trimestres consecutivos aumentando en todas las comunidades autónomas, cosa que no ocurría en los 20 años anteriores.
Navarra permanece como la región con mayor número de siniestros, con 89,7 cada 10.000 ocupados, siendo la única que supera la marca de 80 accidentes cada 10.000 trabajadores. Le siguen La Rioja (77,6 accidentes) y Baleares (77,5 siniestros
En la situación opuesta, las tres regiones con menor siniestralidad, que también son las únicas con menos de 60 accidentes cada 10.000 ocupados, son Canarias (53,1 siniestros), la Comunidad de Madrid (54,8 accidentes) y Cantabria (59 siniestros).
Trabajadores senior y con baja cualificación
El desempleo de larga duración se centra, según los expertos, en dos sectores: el de los trabajadores senior y el de las personas con pocas cualificaciones. Blasco sostiene que la normativa no protege adecuadamente a los trabajadores senior: “Las políticas de protección de las personas desempleadas se han focalizado más en determinados colectivos, como los más jóvenes o los de más difícil inserción, mientras que, hoy por hoy, la única solución que tienen las personas más senior es el coste del despido”. Castelló-Sirvent afirma que la solución debe ser aprovechar el talento senior a través de una estrategia que permita a las empresas tutelar a estos trabajadores, para así conseguir mejorar la productividad empresarial. Respecto a los trabajadores poco cualificados, añade, es necesario apostar por el desarrollo de competencias y la reorientación laboral.
Los sectores que ofrecen más posibilidad de inserción laboral son los ligados a la economía digital, como la ciencia de datos, la inteligencia artificial, las nuevas tecnologías basadas en blockchai o la ciberseguridad.
Para ello, hay que conseguir que los trabajadores adquieran las competencias necesarias para ese mercado de trabajo, y en este contexto, las políticas activas de empleo “no han sido muy efectivas”, según Blasco.