España recurre a Bruselas para reaccionar ante la posición de Argelia
El Gobierno se está moviendo en Bruselas para recabar una mayor implicación de la Unión Europea para reaccionar ante la decisión de Argelia de suspender relaciones comerciales con España.
Tras romperse el tratado de amistad entre los dos países, se están analizando las implicaciones y el alcance práctico nacional y europeo de las medidas que se puedan tomar para dar una respuesta adecuada y firme en defensa de los intereses de España y de las empresas españolas.
Además, fuentes del Ejecutivo han recalcado que el suministro de gas no está en peligro porque la nueva situación no ha afectado a las relaciones contractuales entre empresas. No obstante, fuentes empresariales con intereses en Argelia señalan que, con el bloqueo de las operaciones financieras, las empresas no pueden ahora mismo gestionar cobros o pagos en el país norteafricano, lo que dificulta su operatividad.
La situación parece delicada. El Gobierno lleva desde marzo quitándole hierro al asunto con respecto a las manifestaciones de malestar de Argelia con el cambio de postura español en el Sáhara. El Ejecutivo insiste en que Argelia es un socio fiable y que el suministro de nuestro segundo mayor proveedor gasístico está garantizado.
Consideran que Argelia quiere “enfriar mucho” la relación con España y evidenciar las diferencias, por lo que han reaccionado después de que Pedro Sánchez, apenas citara a Argelia en su reciente comparecencia en el Congreso y, en cambio, ensalzara mucho la relación con Marruecos.
En el Ejecutivo no descartan por ahora ninguna acción, pero fían la reacción al respaldo que logren a nivel europeo y en ello está trabajando el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quién ha modificado su agenda y finalmente no se trasladará a Los Ángeles, para participar en la Cumbre de las Américas a invitación de Estados Unidos. En su lugar, acudirá la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela.