El Banco de España advierte sobre el efecto de ocio y turismo en la inflación
Un estudio realizado por el Banco de España señala que la contribución del ocio y el turismo en el país a la inflación ha sido mayor que la observada en el área del euro.
Es la principal conclusión del informe ‘Evolución reciente de la inflación subyacente en el área del euro y en España’ publicado este lunes por el organismo y cuyo objetivo es analizar la evolución de los precios de los componentes de la inflación subyacente tanto en España como en el área de euro.
Según el estudio, las mayores presiones sobre la inflación subyacente se concentran en componentes de gasto relacionados con el equipamiento y la conservación de la vivienda, con el transporte y con actividades de mayor contacto social.
En una división por subsectores, el informe destaca que, tanto en el área del euro como en España, las presiones inflacionistas han sido muy intensas en equipamiento y conservación de vivienda, transporte y ocio, restauración y turismo. En todos los casos, el aumento de los precios superó el 5% interanual en julio de 2022.
No obstante, en España, los precios relacionados con el ocio, restauración y turismo muestran un incremento relativo “más intenso” en el último año (8% en julio), frente a un 7% del aumento de precios de equipamiento y conservación de vivienda y un 5,6% de transporte.
En cuanto a la contribución a la inflación, el informe indica que es “notoria” la contribución del ocio, restauración y turismo a la inflación general en España, que explica 1,6 puntos porcentuales de la inflación de julio de 2022, frente a un punto en la Unión Económica y Monetaria (UEM).
Estas diferencias se deben “tanto a un mayor incremento de los precios en el último año como al peso en la cesta de consumo de este componente”, ya que esta partida representa el 20% del gasto en consumo en España, frente al 16% que supone en la UE.
Asimismo, el Banco de España destaca la “baja contribución” del agregado ‘Resto subyacente’ en España en relación con la UEM. En este caso, las diferencias se explican “por la mayor importancia del gasto en alquileres en la UEM, así como por el menor crecimiento de los precios de vestido y calzado en nuestro país”.