Repsol no recupera las pérdidas de los dos últimos ejercicios

Repsol ha invertido 4.182 millones para intentar avanzar en su transformación, destinando este dinero, principalmente, a la Península Ibérica y a Estados Unidos. Además, ha llevado a cabo un modelo de negocio y el Plan Estratégico 2021-2025 con el objetivo de lograr un desempeño positivo. Sin embargo, el resultado que han obtenido en 2022, sumado a los casi 2.500 millones de euros en 2021, no le ha permitido amortizar las pérdidas de los ejercicios de 2019 y 2020, concretamente 7.105 millones de euros.

Las tensiones de los precios generadas por la guerra de Ucrania han hecho de 2022 un año de enfrentamiento abierto entre el Gobierno y las grandes energéticas del país. El Ejecutivo ha aprobado medidas para aplacar los beneficios del sector y ha puesto en marcha un nuevo gravamen para bancas y energéticas.

Se podría decir que Repsol, al igual que otras empresas energéticas, se ha podido beneficiar de la crisis de la guerra, aunque Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, tenga otra idea al respecto: “Somos conscientes de nuestra labor como servicio esencial para la sociedad. Para nosotros, siempre es prioritario cumplir con esa responsabilidad, que emerge con más importancia, si cabe, en momentos complicados como los que hemos vivido en los últimos años. En 2022, nos esforzamos en garantizar el suministro, reducir el impacto de la crisis energética en nuestros clientes e invertir en el futuro industrial de España, a la vez que continuamos potenciando nuestro perfil como compañía multienergética y avanzando en la descarbonización”.

Repsol ha sido la segunda energética en presentar resultados este año. Lo ha hecho después de Naturgy, la primera gasista española, que ayer anunció un aumento de beneficios del 35,8%.