Europa debe impulsar la Unión bancaria
Luchar contra las enormes turbulencias financieras que trastocan el sistema debe ser una prioridad en la hoja de ruta del sistema bancario europeo. Culminar la Unión Bancaria es clave.
El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha invitado a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea a avanzar para culminar la Unión Bancaria tras las recientes turbulencias provocadas por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y la venta del Credit Suisse.
«Los recientes acontecimientos en los mercados financieros nos recuerdan la necesidad de permanecer vigilantes y seguir controlando los riesgos», señalaba el irlandés a su llegada a la cumbre del euro en Bruselas y en la que participaba también la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.
En este sentido, ha recordado que el Eurogrupo ya llegó el verano pasado a un acuerdo sobre los pasos adicionales de la Unión Bancaria y ha pedido «paso firme» para aplicarlos, para lo que espera que la Comisión presente propuestas «pronto» a fin de reforzar los sistemas de garantías de depósitos frente a cualquier cambio que pueda ocurrir.
Aunque el irlandés ha mostrado «confianza» en la cantidad de liquidez que ha construido el sistema y en las decisiones tanto de reguladores como de instituciones, ha incidido en que es igualmente importante aplicar los acuerdos que ya existen, por lo que ha abogado por avanzar en la plena ratificación del fondo de rescate de la UE (MEDE) para garantizar que el Fondo Único de Resolución tenga «el apoyo que la UE ya ha acordado que tendría».
«Necesitamos garantizar que el Fondo Único de Resolución tenga el apoyo que necesitará en el futuro, en particular a partir de 2024, para garantizar que, si hay futuras dificultades bancarias no pidamos a los contribuyentes que las paguen», ha explicado Donohoe, al tiempo que ha subrayado el «fuerte» marco regulatorio con el que cuenta la UE.
Por eso, ha insistido en que uno de los próximos pasos debe ser garantizar que el vínculo entre el MEDE y el Fondo Único de Resolución estén en marcha a partir del 1 de enero de 2024.
Además, frente a los «retos» que debe afrontar ahora la UE, Donohoe ha incidido en que la política presupuestaria de la eurozona debe «seguir coordinándose» pero también tiene que «cambiar».
«Debemos mantener el apoyo a nuestras sociedades, particularmente a los más vulnerables, pero admitimos que las medidas que elevan la demanda en nuestras economías o que aumentan de forma permanente la deuda ya no están justificadas frente a estos cambios que se están produciendo», ha reconocido.
En lo que respecta a la situación en que se encuentra el sistema bancario, Donohoe considera que las medidas de los últimos años han reforzado «claramente» la resiliencia de los bancos de la UE. «Ahora vemos el valor de lo que hemos hecho en el pasado y debemos continuar ese enfoque», ha apostillado.
«Confío en la resiliencia de nuestro sistema bancario en estos momentos; el año pasado fue un buen ejemplo de esto, pese al estallido de esta terrible guerra en Ucrania la eurozona creció, pese a las expectativas y previsiones de muchos», ha recordado, para insistir en que el sistema bancario ha demostrado que «tiene la capacidad de capear las consecuencias tempranas de la guerra».
Asimismo, ha destacado la actuación de reguladores e instituciones de la UE, que han garantizado «las reservas y la resiliencia para asegurar la estabilidad del sistema bancario en este momento», aunque ha incidido en su mensaje de no caer en la complacencia para continuar «vigilantes».
El gigante bancario Deutsche Bank se desplomaba este viernes un 8,53% después de haber llegado a caer un 14,16 % a media mañana en la Bolsa de Fráncfort, al tiempo que sus seguros por impago alcanzaban máximos históricos en lo que puede ser un nuevo capítulo de la crisis bancaria que acecha a las principales entidades de todo el mundo.
El desplome de la acción del Deutsche Bank se produjo después de que la entidad anunciara que planea amortizar 1.500 millones de dólares de deuda subordinada el 24 de mayo, antes de su vencimiento en 2028. La caída arrastraba al resto de la banca europea, que registraba otra jornada de abultadas caídas en la Bolsa. En España, al cierre, el IBEX 35 cayó un 1,98 %. Bankinter ha encabezado las caídas de la banca española con un descenso del 5,38 %, seguido de BBVA (4,43 %), Banco Sabadell (4,28 %) y Unicaja (4,06 %).