Las plantaciones de marihuana defraudan la electricidad que consume Sevilla
E-distribución, la filial de redes de Endesa, desconectó el pasado ejercicio cinco enganches al día que alimentaban plantaciones de marihuana. En 2022 hubo más de 55.000 fraudes eléctricos.
Endesa, a través de su filial de Redes e-distribución, ha detectado en los tres últimos años cerca de 190.000 casos de fraude eléctrico. Tan sólo en 2022 se cerraron 55.167 expedientes de fraude. Las estimaciones indican que el consumo anual de electricidad de manera ilegal para alimentar estas plantaciones de marihuana asciende a 2.200 GWh.
Endesa ha indicado que las plantaciones ilegales de marihuana en España están consumiendo una cantidad de electricidad equivalente al consumo de una ciudad como Sevilla en un año, lo que conlleva a un grave problema para las compañías eléctricas y para el medio ambiente.
“Estas cifras evidencian la dimensión de una práctica ilegal que pone en grave riesgo la seguridad de los ciudadanos, provoca el deterioro de la calidad de suministro de los vecinos y encarece la factura de todos los consumidores”. Ha señalado José Manuel Revuelta, director general de Redes de Endesa.
Se estima que estas plantaciones ilegales de marihuana están consumiendo hasta un 2% de la energía eléctrica total del país, lo que equivale a la cantidad de electricidad que consume una ciudad como Sevilla en un año. El consumo de energía de estas plantaciones está aumentando cada año, lo que representa un problema cada vez más grande para las compañías eléctricas.
La situación también tiene un impacto negativo en el medio ambiente, ya que el uso excesivo de electricidad genera una mayor emisión de gases de efecto invernadero. Además, los propietarios de estas plantaciones ilegales suelen robar electricidad, lo que a menudo conduce a cortocircuitos y otros peligros.
El fraude eléctrico genera importantes perjuicios en los entornos en los que se produce, llegando a provocar cortes de luz en zonas con alta saturación de casos, incendios y descargas que pueden afectar tanto al que manipula la instalación eléctrica como a los que le rodean con consecuencias muy graves que pueden derivar incluso en la muerte.
Las autoridades están trabajando para combatir este problema, y se están realizando más inspecciones en busca de plantaciones ilegales de marihuana. También se están explorando soluciones alternativas, como la promoción de la energía renovable para reducir la dependencia de la energía eléctrica tradicional.
En cualquier caso, queda claro que el uso ilegal de la electricidad para cultivar marihuana es un problema significativo que necesita ser abordado para proteger tanto a las compañías eléctricas como al medio ambiente.