Mucho ojo: Hacienda quiere recaudar más en la Renta y premiará a los inspectores
El objetivo de la Agencia Tributaria es recaudar 13.000 millones de euros más. Casualmente hay elecciones y Pedro Sánchez necesita dinero para montarse una campaña de medidas sociales.
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero.
Hacienda somos todos… por las buenas o por las malas. A punto de comenzar la campaña de la Renta de este año la Agencia Tributaria ha subido el ‘bonus’ de los inspectores con un objetivo muy claro: recaudar 13.000 millones de euros más. El problema es que eso puede implicar no ya un mayor escrutinio a los ciudadanos, que también, sino la aplicación aún más arbitraria de los criterios fiscales por un afán recaudatorio. Y ante Hacienda los ciudadanos estamos bastante indefensos, esa es la verdad.
Si recordamos los ‘viernes sociales’, debemos sospechar de las intenciones de la Agencia Tributaria, dirigida por María Jesús Montero, ministra de Hacienda. Estamos en año electoral y Sánchez necesita recaudar aún más para pagarse su campaña electoral con medidas populistas como los 400 euros de regalo a los jóvenes que cumplen 18 años. Nos quita el dinero a los ciudadanos para poder repartirlo a su gusto, pensando en comprar votos de manera descarada.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero
Y es que Hacienda actúa como una apisonadora. Decide lo que está bien o mal, en función exclusivamente de su propio criterio. Y ese criterio se lo impone al ciudadano. Esto está mal declarado así; esto otro no es deducible; aquello tenía que haberlo metido en otro epígrafe… Hacienda mira la declaración y decide, siempre a su favor, claro. Y el ciudadano paga primero obedientemente y después recurre. Si no lo hace así, lío gordo asegurado.
El despotismo de la Agencia Tributaria llega a tal punto que tiene la potestad incluso de juguetear con la libertad de los ciudadanos. Lo hemos visto muchas veces con los ricos y famosos, especialmente con futbolistas. Por esa disparidad de criterios a la hora de tributar unos ingresos de una manera u otra, Hacienda les reclama cifras millonarias. Como superadas determinadas cantidades la falta se convierte en delito, pleitear contra Hacienda puede conllevar un juicio donde hay penas de cárcel de por medio. Así que normalmente el futbolista paga.
Es un duelo desigual por completo, en el que si el futbolista pierde acaba en prisión, mientras que Hacienda no se juega nada, solo la diferencia entre ingresar o no ingresar una cantidad equis de dinero. Así, salvo contados casos como el de Xabi Alonso, casi nadie se atreve a jugarse la libertad por dinero, aunque esté convencido de que tiene razón.
Así que prepárense. Ante la voracidad recaudatoria de Hacienda, incentivada este año con mayores premios a los inspectores, el ciudadano poco puede hacer. Si se fijan en usted es bastante probable que encuentren un resquicio por el que meterle un poco más la mano en el bolsillo.