Los asalariados tendrán en 2025 casi el mismo poder de compra que en 2002
El reciente pacto sobre la subida salarial permite a los trabajadores recuperar un poco de aire, pero sólo el suficiente tras la sangría inflacionista de 2022.
Una trabajadora, en una frutería de Barcelona. Europa Press.
El esfuerzo en la negociación para que todos los agentes sociales pactasen el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) ha sido ingente y se ha prolongado durante tres años.
Sin embargo, la realidad es que aún queda lejos la recuperación de la brutal inflación que se empezó a generar en el periodo postpandemia con los colapsos de las cadenas de abastecimientoy suministro, el incremento de la demanda mundial de materias primas, mercancías y productos elaborados y los problemas de transporte, que se aceleró con la Guerra de Ucrania.
El pacto para la subida de los salarios de un 10% de 2023 a 2025 no cierra la herida provocada por la inflación en 2022 (9,5%) y el poder adquisitivo de los trabajadores está casi al mismo nivel que el del primer AENC firmado en 2002 (sólo 1,8 puntos más), según reflejan las estadísticas del Ministerio de trabajo sobre convenios colectivos.
Las subidas salariales que se han ido recogiendo en los cinco acuerdos para el empleo y la negociación colectiva pactados hasta ahora suponen un incremento salarial del 45,2%, mientras que las previsiones de inflación del Banco de España realizadas en marzo para los próximos tres años (3,7%, 3,6% y 1,8%) situarían la subida de los precios total en un 43,4%.
La subida salarial negociada por convenio en el tramo de 2020 hasta 2025 se situaría en un 13,6% más que el primer año de la pandemia, mientras que los precios tendrían una subida de un 19,2%. Así las cosas, los trabajadores abandonarían el periodo de inflación con 5,6 puntos menos de poder adquisitivo.
El pacto del acuerdo salarial anunciado este lunes es una venda necesaria para los trabajadores, pero la herida provocada por la inflación en 2021 y 2022 tardará en curarse, ya que se ha comido todo el poder de compra que se había ganado en los últimos cuatro pactos salariales, en los que las subidas crecieron 7 puntos más que el IPC y el año pasado se quedaron a sólo 1 punto.
