Los combustibles "buscan" una senda bajista
Gasolina y diésel dan un pequeño respiro a los consumidores y presentan una ligera tendencia bajista que permitirá afrontar el periodo navideño con este gasto clave lejos de máximos.
Los precios de los carburantes mantienen su trayectoria descendente, con la gasolina registrando su sexta caída consecutiva y el diésel sumando su quinta bajada. Este fenómeno ha llevado a un abaratamiento acumulado de hasta el 6,4% desde los máximos anuales alcanzados a finales de septiembre.
El precio de la gasolina ha experimentado una disminución del 0,36%, situándose en 1,646 euros por litro. Mientras tanto, el diésel ha descendido un 0,3%, alcanzando los 1,640 euros por litro, marcando su nivel más bajo desde principios de año.
Post-Invasión Rusa
Aunque se observa un retroceso en los precios, tanto la gasolina como el diésel continúan por encima de los niveles anteriores a la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. El diésel se situaba entonces en 1,479 euros por litro, y la gasolina en 1,594 euros por litro.
A pesar de las caídas recientes, los precios actuales alejan a ambos carburantes de los máximos registrados hace más de un año en julio de 2022, cuando la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el diésel los 2,1 euros.
Impacto en el Bolsillo del Consumidor
El abaratamiento actual se traduce en un ahorro significativo para los conductores. El llenado de un depósito medio de gasolina (55 litros) ascendería a 90,53 euros, casi cinco euros más barato que en la misma época del año anterior. Para el diésel, el costo sería de 90,2 euros, representando un ahorro de 7,2 euros.
A pesar de la disminución, el precio de la gasolina en España se mantiene por debajo de la media de la Unión Europea y la eurozona. Similarmente, el precio del diésel en España es inferior al promedio de la UE y la zona euro.
El descenso continuo en los precios de los carburantes ofrece alivio para los consumidores, aunque la comparación con eventos históricos destaca la volatilidad del mercado. La estabilidad y las futuras fluctuaciones dependerán de factores como la cotización específica, la evolución del crudo y los elementos que influyen en la cadena de suministro.