España está lejos de ser un país atractivo para los emprendedores
Nuestro país, a pesar de las cifras de creación de empresas, no es un buen reclamo para la inversión económica. Hay que modificar la fiscalidad para seguir siendo atractivos.
España está lejos de ser un país atractivo para los emprendedores
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado recientemente datos que generan dudas sobre la capacidad de España para atraer nuevas empresas. Según estas cifras, en enero se fundaron un total de 10.716 sociedades mercantiles, marcando un aumento del 13,1% en comparación con el año anterior. A primera vista, este incremento podría interpretarse como un indicador positivo de la actividad empresarial en el país. Sin embargo, un análisis más detallado sugiere que España se enfrenta a desafíos significativos para mantener su atractivo como destino para los inversores y emprendedores.
Este aumento en la creación de empresas contrasta con la situación económica general del país, que muestra signos de estancamiento en términos de atractivo empresarial. Hay que destacar que este incremento se produce después de un retroceso cercano al 4% registrado en diciembre de 2023. Además, España continúa enfrentando el cierre de un número considerable de empresas, con 3.936 sociedades disueltas en enero, una cifra que se mantiene sin cambios en comparación con el año anterior.
Comparación con otros países
En contraste, otros países europeos están emergiendo como destinos más atractivos para emprendedores y empresarios. Como es el caso de Irlanda, Bulgaria, Países Bajos, Suecia y el Reino Unido han implementado políticas gubernamentales favorables y una cultura empresarial sólida, los convierte en opciones más atractivas para aquellos que buscan iniciar un nuevo negocio.
En el caso de Irlanda se destaca por su baja tasa impositiva corporativa del 12,5% y su apoyo gubernamental a las nuevas empresas. Sin embargo, Bulgaria ofrece un proceso simplificado y de bajo coste para la creación de empresas. Además, el Reino Unido ha sido identificado como un lugar propicio para el emprendimiento debido a su cultura empresarial receptiva y su estructura fiscal diseñada para apoyar a las empresas en sus primeros años.
Aunque España ha experimentado un aumento en la creación de empresas, los desafíos persistentes en su panorama empresarial plantean interrogantes sobre su capacidad para mantener su atractivo como destino para los emprendedores. Para competir con otros países europeos en términos de atractividad para las empresas, España puede necesitar revisar sus políticas y prácticas empresariales para fomentar un entorno más favorable para la creación y el crecimiento de empresas a largo plazo.