Conoce el efecto multiplicador en tus ahorros del interés compuesto
Aprovechar el potencial acumulativo del ahorro es fundamental para que nuestras inversiones crezcan a niveles mucho mayores a los de la inversión inicial gracias a su efecto multiplicador.
Es comúnmente conocida entre los inversores una frase atribuida a Albert Einstein que dice: “el interés compuesto es la octava maravilla del mundo”. A lo mejor nunca sabremos si realmente la enunció él o no, pero lo que si podemos ratificar es la importancia del interés compuesto en la acumulación de riqueza y capital.
El Interés Compuesto se refiere al principio de que cuando ahorras o inviertes dinero, no solo ganas intereses sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses generados. En otras palabras, cada año que tu dinero permanece en una cuenta o inversión, está ganando intereses sobre los intereses acumulados de años anteriores.
Esto crea un efecto multiplicador que acelera el crecimiento de tus ahorros o inversiones, pero antes de entrar en profundidad sobre la “magia” del interés compuesto, debemos empezar por el principio y desarrollar los dos tipos de intereses que se pueden desarrollar en el crecimiento.
Tipos de intereses
- Interés simple: es el que se produce sobre la base nominal inicial, sin tener en cuenta las posibles revalorizaciones que se produzcan a lo largo del tiempo. El capital inicial permanece constante.
Un ejemplo: si tenemos 10.000€ a una tasa de crecimiento del 10% a 10 años, en este caso la rentabilidad siempre será 1.000€ ya que el importe generado no capitaliza.
- Interés compuesto: es aquel que agrega a lo largo del tiempo la revalorización del capital inicial con cada una de las ganancias patrimoniales que se produzcan durante el periodo invertido.
Un ejemplo de ello: 10.000€ a una tasa de revalorización del 10% a 10 años hace que el primer año hayamos ganado 1.000€, pero al contrario que en el interés simple, aquí sí se acumula la revalorización al capital real (capitaliza) y genera que en este segundo año haya que calcular el 10% de rentabilidad sobre un nominal de 11.000€ y así sucesivamente.
Este efecto hace que para el décimo año el capital base para calcular la aplicación de la rentabilidad sea muy superior, en concreto 21.435,88€ y por lo tanto la rentabilidad ya no serán los 1.000€ del primer año. Se puede comprobar claramente su potencia.
Este efecto del interés compuesto en la inversión hace que la constancia en la permanencia en los mercados juegue a nuestro favor y que en el muy largo plazo la suma generada sea espectacular.
Imaginemos simplemente el capital acumulado en el ejemplo anterior si en lugar de 10 años llevamos la proyección a 40 años. El resultante sería multiplicar el capital de base por más de 40 veces. Cuando lo entiendes de verdad te das cuenta de su poder a largo plazo.
En la práctica
Cuando se trata de poner en práctica el poder del interés compuesto, existen diversas formas de invertir. Desde fondos de inversión diversificados hasta la compra de acciones individuales en el mercado de valores, las opciones son amplias y variadas. Sin embargo, es crucial seleccionar la estrategia de inversión que mejor se adapte a los objetivos financieros y tolerancia al riesgo. Una opción popular entre los inversores es utilizar un broker online, que suelen ofrecer una plataforma accesible y una amplia gama de instrumentos financieros, puedes pulsar aquí para explorar más sobre estas opciones de inversión.
Al aprovechar las oportunidades que brinda el interés compuesto a través de la inversión, se planta semillas en el futuro financiero, cultivando un patrimonio sólido que puede crecer de manera exponencial con el tiempo.
¿Por qué es importante el interés compuesto?
Principalmente por tres razones que detallamos a continuación:
1.- Aporta un crecimiento exponencial a nuestra inversión: Imagina que plantas una semilla en tu jardín. Al principio, apenas se nota. Sin embargo, con el tiempo, esa semilla se convierte en un árbol robusto que da frutos. De manera similar, el Interés Compuesto permite que tus ahorros o inversiones crezcan exponencialmente con el tiempo. Cuanto más tiempo mantengas tu dinero invertido, mayor será el efecto multiplicador.
2.- Reinversión automática: El Interés Compuesto te permite reinvertir los intereses generados. Por ejemplo, si tienes una cuenta de ahorros con intereses, esos intereses se suman al capital inicial. A medida que se acumulan más intereses, el monto total invertido crece de forma constante. Esto es especialmente beneficioso en inversiones a largo plazo, como fondos de inversión o planes de jubilación.
3.- Aprovecha el tiempo: El tiempo es tu mejor aliado en el mundo de las inversiones. Cuanto antes comiences a invertir, más tiempo tendrás para aprovechar el Interés Compuesto. Incluso pequeñas cantidades invertidas regularmente pueden generar un gran impacto a lo largo de décadas.
En resumen, el interés compuesto es como una bola de nieve que crece mientras rueda cuesta abajo. Si el inversor aprovecha ese impulso y cultiva su patrimonio con paciencia y constancia, su futuro financiero se lo agradecerá.