Matices al optimismo en el descenso del paro
En mayo, el desempleo en España ha descendido en 58.650 personas, situándose en 2.607.850, el nivel más bajo desde 2008, sin embargo hay mucho componente estacional y debemos preocuparnos.
Al finalizar el mes de mayo, el número de personas desempleadas registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha disminuido en 58.650 personas respecto al mes anterior (-2,2%). De esta manera, el paro registrado se ha situado en 2.607.850 personas, la cifra más baja en un mes de mayo desde 2008. En términos interanuales, el desempleo ha descendido en 131.260 personas (-4,79%).
El vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, ha ofrecido una visión más matizada y crítica del optimismo reciente del Gobierno sobre la economía española, que fue descrita por este último como "un cohete". A través de un análisis detallado de los datos de empleo, Bravo presenta argumentos que cuestionan la sostenibilidad y la calidad del crecimiento económico actual.
Bravo subraya que el 72% del empleo creado este mes tiene una fuerte influencia estacional, lo que sugiere que los datos positivos podrían no reflejar una mejora estructural en el mercado laboral. Esta estacionalidad es particularmente evidente en comunidades como Madrid, Andalucía y Baleares, las cuales son gobernadas por el Partido Popular y han sido las principales contribuyentes a la creación de empleo. Sin embargo, esta dependencia estacional plantea dudas sobre la estabilidad a largo plazo del mercado laboral y la capacidad del país para mantener estos niveles de empleo fuera de los picos estacionales.
Bravo acusa al Gobierno de "maquillar" los datos de empleo, destacando que los trabajadores fijos discontinuos sin actividad no son contabilizados como parados, lo que podría dar una imagen distorsionada de la verdadera situación del mercado laboral. La falta de transparencia en la publicación de la cifra de fijos discontinuos inactivos es una preocupación adicional que, según Bravo, necesita ser abordada para ofrecer una imagen más precisa y honesta de la economía.
La alta proporción de contratos precarios es otro punto de crítica. Según Bravo, casi 8 de cada 10 contratos son a tiempo parcial, fijos discontinuos o temporales. Esta precariedad laboral no solo afecta la calidad de vida de los trabajadores, sino que también tiene implicaciones a largo plazo para la economía, ya que puede reducir la estabilidad y la capacidad de gasto de los consumidores, además de afectar negativamente a la productividad.
Otro aspecto preocupante es la destrucción de empleo que ocurre al final de cada mes, con una pérdida notable de 173.420 afiliados a la Seguridad Social en el último día del mes. Esta fluctuación mensual sugiere problemas estructurales en el mercado laboral y una posible manipulación de los datos para presentar un panorama más favorable.
En un contexto más amplio, Bravo recuerda que España sigue teniendo los peores datos de desempleo general y juvenil en toda la Unión Europea. Esta comparación internacional es crucial, ya que muestra que, a pesar de los avances presentados por el Gobierno, España todavía enfrenta desafíos significativos en términos de empleo y estabilidad económica. La alta tasa de paro juvenil, en particular, es un indicador alarmante del futuro económico del país, ya que una generación entera podría enfrentarse a un mercado laboral con pocas oportunidades y baja estabilidad.