Cruz de Alba se convierte en el centro de la viticultura biodinámica internacional

El pasado 10 de junio, se celebró la segunda edición de "Sintiendo Paisajes" ubicada en plena Ribera del Duero. El objetivo ha sido debatir sobre la importancia de los suelos en la viticultura biodinámica, una práctica agrícola que está ganando relevancia en el panorama actual.

Entre los presentes encontramos a la finca de viñedo que Cruz de Alba cultiva en Padilla de Duero (Peñafiel) la cual se ha convertido en el epicentro de reflexión y debate en torno a esta práctica. Lydia y Claude Bourguignon de Domaine Laroque d’Antan (Francia), Jaume Gramona de Gramona (Penedès), Emi Gómez de Lavinaventura Vins (Alt Penedès), David Sampedro y Melanie Hickman de Bhilar y Etérea Kripan (Rioja Alavesa), Begoña Troncoso de Adegas Xangall (Rías Baixas), Jonas Etling de Wine by Jet (Lago de Zurich en Suiza) y el anfitrión Sergio Ávila, viticultor y enólogo de Cruz de Alba, han sido los protagonistas del encuentro. Estos viticultores practican la biodinámica como una forma de cultivar sus viñas en armonía con el entorno, siendo fundamentales para trazar una instantánea del momento actual de la viticultura biodinámica y el papel de los suelos en la práctica diaria.

Este año, el encuentro ha centrado su atención en el suelo como elemento imprescindible en la viticultura de calidad y en especial en las prácticas biodinámicas. Se ha debatido sobre el impacto de la viticultura biodinámica en la salud de los suelos, el papel de los viticultores en la protección de la biodiversidad de los viñedos y su entorno, y cómo se puede conseguir un ecosistema complejo que respete el suelo. Además, se ha discutido sobre el papel del suelo en la expresión del terroir en los vinos.

Para Sergio Ávila, enólogo de Cruz de Alba, "los suelos son nuestro gran tesoro, pero también uno de los elementos peor tratados y más olvidados por la agricultura moderna. Siempre hablamos del terroir, pero la excesiva estandarización de la viticultura está lastrando la actividad microbiana. Al destruir el suelo, se pierde la personalidad de las parcelas. Encuentros como este son muy necesarios, nos tienen que remover, son momentos enriquecedores y una apuesta por el futuro de nuestros suelos y nuestra viticultura."

Lydia y Claude Bourguignon,  son dos de los expertos más influyentes del mundo en microbiología del suelo, compartieron su visión: "Es imposible tener un suelo sano si no está vivo. Cuidar el suelo es primordial para hacer un gran vino. El gran problema de muchos suelos son las sustancias químicas como el nitrato o el fosfato. En Europa, entre la Segunda Guerra Mundial y la actualidad, hemos perdido la mitad de la materia orgánica por el uso de estas sustancias. Sin hongos que produzcan materia orgánica, la tierra está muerta porque los microorganismos que viven en el suelo no pueden comer y hacer su trabajo. Pero aún estamos a tiempo de cuidar lo que tenemos. Dependiendo de la degradación, en un tiempo que oscila entre 3 y 10 años podemos regenerar un suelo."

Los ponentes, provenientes de regiones con climas y suelos dispares como Rías Baixas, Jerez, Rioja Alavesa, Cahors (Francia), Penedès o el Lago de Zurich, coincidieron en que "la biodinámica es equilibrio, un modo de vida, respeto al suelo, a la naturaleza, al viñedo y a los consumidores. Tenemos que cuidar nuestros suelos para que las futuras generaciones puedan vivir de una manera sostenible."

¿ Qué es la biodinámica?

La biodinámica es una filosofía y práctica agrícola basada en la idea de que la tierra es un organismo vivo en el que se interrelacionan la influencia del cosmos, la vida microscópica de los suelos, los cultivos y el entorno natural. En España, la agricultura biodinámica se implantó hace más de 40 años y desde hace más de 25 años se producen vinos biodinámicos en diversas regiones.

Cruz de Alba

Cruz de Alba, de la mano de Sergio Ávila, empezó a trabajar con agricultura ecológica en 2006 y con biodinámica en 2008. En 2023, la bodega consiguió el prestigioso certificado Demeter. La bodega trabaja para equilibrar la relación planta-suelo-entorno, utilizando métodos como la plantación de cultivos complementarios, la aplicación de compost orgánico y preparados vegetales y minerales. El objetivo es lograr un viñedo sano y vivo, y así conseguir que el vino exprese su origen con plena definición y pureza.