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Transformación del campo

El sector agroalimentario generará 310.000 empleos sólo por jubilaciones

Las empresas del sector agroalimentario tienen a su disposición una variedad de incentivos a la innovación, como el PERTE Agroalimentario y ENISA – Agroimpulso. Además, comunidades autónomas como Madrid, Aragón, Cataluña y Extremadura han desarrollado sus propias ayudas.

Varios tractores durante una nueva jornada de protestas de agricultores y ganaderos, a 17 de marzo de 2024, en Madrid (España). Unión de Uniones ha convocado una tractorada de agricultores y ganaderos para pedir mejoras en el sector, entre ellas exigir ayudas para afrontar las sequías que sufre el campo, además de protestar contra las políticas europeas y su falta de rentabilidad. Durante la manifestación, que ha tenido lugar desde el Ministerio de Transición Ecológica hasta el de Agricultura, se ha hecho entrega de una donación de aceite de oliva a Mensajeros de la Paz. Han convocado para participar en la marcha a más de 1.500 tractores y 10.000 trabajadores. 17 MARZO 2024;PROTESTA;AGRICULTORES;GANADEROS;TRACTORADA;MARCHA;SEQUÍAS Gabriel Luengas / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 17/3/2024Europa Press

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2024 arrancaba con una oleada de protestas por parte de los agricultores europeos. En el caso de los españoles, la razón era el descontento por el incumplimiento de la Ley de la cadena alimentaria, el precio del gasóleo de uso profesional o las importaciones de otros países. 

El impacto de la sequía y su petición de reformar el seguro agrario ante una climatología cada vez más adversa también tuvieron un peso importante. 

El campo español hace años que sufre, por este motivo las vocaciones han ido cayendo. Sin embargo, representa grandes oportunidades de cara al futuro. 

En este sentido, el Observatorio de la FP de la Fundación CaixaBank Dualiza indica que, hasta 2023, el sector generará cerca de 310.000 oportunidades de empleo solo por el reemplazo de los agricultores que se irán jubilando. Aprovechar la ocasión pasa por la integración de la eficiencia y la tecnología.

“Digitalizar el campo no solo permitirá al sector agroalimentario competir en mejores condiciones y hacerlo de una forma más sostenible, sino que, además, traerá esas nuevas vocaciones que son tan necesarias para rejuvenecer al sector, impulsando un prestigio que, hasta el momento, había ido decayendo,” afirma Alberto Lapiedra, Grants Business Developer Coach de Leyton.

Incentivos a la innovación del sector Agroalimentario 

El sector agroalimentario tiene un peso específico muy importante en la economía de España. Según el último estudio de la Comisión Agroalimentaria de la Cámara de Comercio, dependieron de él el 16,4% de la producción, el 13,1% del VAB y el 15,4% del empleo. Para estimular la innovación en un sector tan crítico, el Gobierno ha desarrollado diferentes incentivos públicos, tanto nacionales como regionales.

Entre los primeros, destaca el PERTE Agroalimentario, que busca impulsar proyectos individuales para transformar la cadena de valor del sector mediante un enfoque que facilite el acceso a las pymes. Con una dotación de 100.000 euros, va destinado a proyectos enmarcados en la economía circular y la ecoinovación; la descarbonización, eficiencia energética, nuevas fuentes renovables y reducción de las emisiones; materiales y productos avanzados; innovación en procesos de calidad y seguridad y proyectos basados en las tecnologías digitales.

También la ayuda ENISA – Agroimpulso, cuyo objetivo es apoyar proyectos empresariales de base tecnológica para impulsar la transformación digital de las pequeñas y medianas empresas del sector agroalimentario. En este caso, la dotación es de 30.000 euros, es compatible con otras ayudas y los gastos elegibles son activos fijos, personal, materiales y colaboraciones externas, así como otros gastos del proyecto y gastos indirectos a la ayuda.

Un sector estratégico para el país 

Además, distintas comunidades autónomas también han desarrollado sus propios instrumentos. Como la Ayuda IMIDRA a la I+D+i de la Comunidad de Madrid, dirigida a empresas privadas de la región que desarrollen productos, prácticas, procesos y tecnologías, nuevos o mejorados, para adaptar los cultivos al cambio climático, reducir las emisiones GEI, prevenir la pérdida de suelo agrario o forestal o la generación de residuos agrarios, forestales o agroalimentarios, entre otras temáticas.

Otro ejemplo es la Subvención a industrias agroalimentarias para inversiones en transformación, comercialización y desarrollo de productos agrícolas (TCD) lanzada por el Gobierno de Aragón para ayudar a financiar actuaciones que mejoren el rendimiento y desarrollo económico; fomenten los productos de calidad; favorezcan la innovación, la internacionalización, la digitalización y el marketing y sean respetuosas con el medioambiente, la seguridad laboral y la higiene y el bienestar animal.

O la subvención TCD Inversiones agroalimentarias de la Generalitat de Catalunya, enfocada en la transformación digital, la sostenibilidad, la eficiencia y la innovación, y la Ayuda inversión en la industria agroalimentaria de la Junta de Extremadura, destinada a inversiones en activos materiales o inmateriales en la propia región destinados a la transformación y comercialización de productos agroalimentarios. En este caso, los costes subvencionables son los de construcción, adquisición o mejora de bienes inmuebles; compra de maquinaria y equipo o instalaciones.