El 'onboarding', es la clave para retener talento y disparar la productividad
Con un enfoque integral, BBVA prioriza la integración emocional y cultural de los nuevos empleados, reduciendo su tiempo de adaptación y mejorando su satisfacción.
En el competitivo mercado laboral actual, la fidelización del talento se ha convertido en una prioridad fundamental para las empresas, especialmente para grandes corporaciones que dependen de su capital humano para mantener una ventaja competitiva. Una de las herramientas más efectivas para lograr este objetivo es la implementación de programas de ‘onboarding’ bien estructurados, diseñados para integrar de manera eficiente a los nuevos empleados en la organización. Consciente de esta realidad, BBVA ha decidido reforzar su programa de ‘onboarding’, introduciendo novedades que ya están reportando beneficios tanto para los empleados como para la entidad.
El onboarding
El ‘onboarding’, o proceso de incorporación de nuevos empleados, es una oportunidad crucial para asegurar que los recién llegados se sientan bienvenidos, comprendan la cultura de la empresa y se integren de manera efectiva en sus roles. Según el informe Sapling HR 2021, un buen programa de ‘onboarding’ puede mejorar el compromiso de los nuevos empleados en un 82%, lo que se traduce en una mayor fidelización del talento dentro de la organización. De hecho, el 58% de las personas que han tenido una experiencia positiva en este proceso, permanecen en la compañía al menos tres años, según datos de Forbes.
BBVA ha reconocido la importancia de este proceso y, en el último año, ha introducido mejoras en su programa de ‘onboarding’. Estas iniciativas están orientadas a cuidar tanto la salud física como emocional de su plantilla, y forman parte de una estrategia más amplia que busca mejorar el bienestar corporativo. María José Tapia, responsable de Experiencia de Candidato en BBVA, subraya que un ‘onboarding’ bien ejecutado no solo implica una serie de pasos ordenados y racionales, sino que también debe dejar una huella en la memoria emocional de la persona que lo vive. Esto es crucial para que los empleados se sientan conectados con la empresa desde el primer día.
Este programa tiene tres objetivos principales. En primer lugar, proveer a los nuevos empleados de todos los elementos necesarios para poder trabajar de manera eficiente, incluyendo equipos informáticos, móviles y acceso a las plataformas necesarias. En segundo lugar, enseñarles la estrategia de la organización, su cultura, propósito y valores, así como los comportamientos esperados. Finalmente, hacer que cada nuevo empleado se sienta parte del equipo desde el primer día.
Este enfoque integral ha sido implementado en todos los países donde BBVA opera, con resultados muy positivos. Según Tapia, las nuevas incorporaciones han evaluado el proceso con un índice de recomendación de 83 sobre 100, valorando especialmente el acompañamiento y la información recibida durante todo el proceso. Estos altos niveles de satisfacción demuestran que un ‘onboarding’ bien diseñado no solo es emocionalmente positivo, sino que también tiene un impacto directo en la productividad de los empleados.
Un aspecto crítico del ‘onboarding’ es su capacidad para reducir el tiempo que transcurre desde la incorporación de un nuevo empleado hasta que este se vuelve 100% productivo. Este periodo de adaptación representa un costo significativo para las compañías, por lo que acortarlo a través de una experiencia positiva es un objetivo estratégico. Al comprender claramente sus roles y las expectativas desde el principio, los nuevos empleados pueden comenzar a contribuir de manera efectiva mucho antes, lo que beneficia a la organización en su conjunto.
BBVA ha introducido varias novedades en su programa de ‘onboarding’ para optimizar este proceso. Una de ellas es la figura del ‘buddy’, un compañero asignado para ayudar a la nueva incorporación durante las primeras semanas. El ‘buddy’ responde a las dudas más básicas y cotidianas que los nuevos empleados pueden tener, como los horarios de almuerzo, la ubicación de los baños o el código de vestimenta. Según Tapia, esta iniciativa ha sido una de las más valoradas por los empleados, ya que les proporciona un apoyo adicional que les ayuda a sentirse más cómodos y seguros en su nuevo entorno.
Una buena primera impresión
El ‘onboarding’ en BBVA comienza incluso antes de la incorporación formal del empleado. Desde las entrevistas, pasando por lo que el candidato ve en redes sociales o lo que comenta su círculo de amigos y familiares, se empieza a construir la imagen de la empresa. El banco presta especial atención a la inclusión laboral desde la redacción de las ofertas de empleo, asegurándose de que el proceso de selección refleje los valores de la compañía.
Para BBVA, causar una buena primera impresión es fundamental. El responsable de la incorporación debe preparar todo antes del primer día del nuevo empleado, generando expectativa e ilusión. Desde el momento en que llegan, los empleados son recibidos personalmente, se les enseñan las instalaciones y se les presenta al equipo. Esta atención al detalle contribuye a que los empleados se sientan esperados y valorados desde el primer momento.
BBVA ha demostrado que un programa de ‘onboarding’ efectivo es una herramienta esencial para la retención del talento. No solo ayuda a los nuevos empleados a adaptarse rápidamente y ser productivos, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y compromiso con la organización. En un mercado laboral donde la competencia por el talento es feroz, invertir en un ‘onboarding’ de calidad no es solo una buena práctica, sino una necesidad estratégica para garantizar el éxito organizacional a largo plazo.