La Copa América de Vela desembarca en Barcelona con un impulso económico millonario

La ciudad de Barcelona es el epicentro de la competición náutica más importante del mundo, la 37ª edición de la Copa América de Vela. Por primera vez en la historia, la Ciudad Condal es la sede de este prestigioso evento, un hito que promete dejar una huella importante en la economía local y el tejido social de la capital catalana. El impacto económico del evento podría superar los 1.200 millones de euros, situándolo como el tercer evento deportivo más importante del mundo en términos de impacto para su anfitrión, solo por detrás de los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol.

Esta cita internacional, que comenzó el pasado 29 de agosto, será un escaparate no solo de la emoción sobre el agua, sino también de una serie de actividades y eventos en tierra diseñados para dinamizar la ciudad. Durante los dos meses que durará la competición, se espera la llegada de aproximadamente 2,5 millones de visitantes, una cifra que podría aumentar conforme avancen las regatas y se acerque la gran final, prevista para finales de octubre.

La inversión necesaria para organizar un evento de tal magnitud es considerable, estimada en unos 1.115 millones de euros. De este total, 195 millones están destinados a los gastos de organización, mientras que 231 millones corresponden a la inversión de los equipos participantes, incluidos los seis equipos principales y las nuevas categorías juvenil y femenina. Los 689 millones restantes se prevén como gastos derivados de las visitas y el consumo de los turistas que acudirán a la ciudad. Este masivo flujo de capital se traduce también en la creación de unos 19.000 puestos de trabajo, un impulso significativo para el empleo local.

Otra muestra de la relevancia de este evento es el hecho de que que SEAT S.A, sin duda una de las empresas más importantes de nuestro país, haya decidido hacer la presentación mundial del nuevo Cupra Terramar al hilo de la Copa América. Cupra ha instalado un cronómetro en la playa de Barcelona para "mostrar los primeros detalles" de su nuevo modelo Terramar, que se presentará de manera oficial el próximo 3 de septiembre.

Este modelo es el coche oficial de la Copa América de Vela, que se alargará hasta el 27 de octubre.Se trata de un coche deportivo y eléctrico que "rinde homenaje" al circuito de Terramar en Sitges (Barcelona), donde Cupra se dio a conocer por primera vez.

Uno de los principales atractivos de esta edición de la Copa América es su proximidad geográfica con algunos de los países representados en la competición. Francia, Italia, Suiza y Reino Unido son naciones con una notable tradición náutica, y su cercanía a Barcelona facilita la llegada de turistas y aficionados. A esto se suma el creciente número de visitantes procedentes de Estados Unidos y la significativa presencia de ciudadanos neozelandeses en Europa, lo que incrementa aún más la expectativa de afluencia turística.

Con el objetivo de brindar a los visitantes una experiencia única, la organización ha dispuesto varios espacios en la ciudad donde se podrá seguir la competición de cerca. A partir de este jueves, se abrirán al público el "Village" y dos "fan zones". El "Village", situado en el Moll de la Fusta, tendrá una capacidad máxima de 8.500 personas y será el corazón de las actividades en tierra, con pantallas gigantes para seguir las regatas, servicios para los visitantes y una variada oferta gastronómica con 40 propuestas que rotarán a lo largo del evento. Las fan zones, ubicadas en la Plaza del Mar y en las inmediaciones del Bogatell, ofrecerán una experiencia similar en un formato más reducido.

El impacto visual de la competición será otro de los grandes atractivos de esta edición. Mateu Hernández, director general de Turismo de Barcelona, ha destacado que la imagen del frente marítimo de la ciudad durante las regatas será comparable, si no superior, a la icónica estampa de los saltos de trampolín en los Juegos Olímpicos de 1992. Barcelona no solo mostrará su capacidad para organizar eventos de clase mundial, sino que también se posicionará como un destino turístico de éxito, capaz de atraer a futuros viajeros apasionados por el mar, la gastronomía y la cultura local.

La Copa América de Vela representa mucho más que una competición deportiva; es una oportunidad para mostrar al mundo la transformación urbanística y el potencial turístico de Barcelona. Con inversiones superiores a los 1.000 millones de euros destinadas a la remodelación del puerto marítimo y el acondicionamiento de las fan zones , la ciudad se prepara para acoger a miles de aficionados que seguirán de cerca el evento. A medida que se acerca la fecha de inicio, la emoción crece, no solo entre los equipos participantes, sino también entre los habitantes y visitantes que serán testigos de un espectáculo sin igual en el Mediterráneo.

La 37ª Copa América de Vela no solo promete ser un éxito deportivo, sino también un catalizador económico y social para Barcelona, consolidándola como un referente global en la organización de eventos internacionales.