Informe PISA
Los estudiantes españoles, en la cuerda floja financiera
El último informe PISA muestra que los jóvenes españoles luchan con conceptos financieros básicos. La educación financiera necesita un urgente refuerzo.
La educación financiera de los jóvenes en España sigue siendo una asignatura pendiente, según los últimos resultados del informe PISA. Aunque la mayoría de los adolescentes son capaces de reconocer conceptos básicos como una factura, una gran parte carece de las habilidades para interpretar y aplicar conocimientos fundamentales, como el cálculo de porcentajes. Esta carencia pone en evidencia la necesidad de fortalecer la formación financiera, tanto en el ámbito escolar como familiar, para preparar mejor a las nuevas generaciones frente a los desafíos económicos de su futuro.
A pesar de que el 95% de los estudiantes reconoce elementos básicos como una factura, cuatro de cada diez carecen de las habilidades necesarias para interpretarla o aplicar conceptos como el cálculo de porcentajes. Este escenario pone en evidencia las limitaciones en la educación financiera de los adolescentes españoles, una cuestión que adquiere cada vez mayor relevancia en un mundo donde las decisiones económicas afectan profundamente la vida cotidiana y futura de las personas.
España se sitúa 12 puntos por debajo de la media de la OCDE en competencia financiera, alcanzando 486 puntos frente a los 498 del promedio. En comparación con países como Bélgica (527) o Dinamarca (521), los estudiantes españoles muestran un conocimiento financiero limitado, lo que destaca la necesidad de reforzar la enseñanza en este campo.
El entorno familiar y las circunstancias socioeconómicas son factores determinantes en el desempeño financiero de los jóvenes. Según la profesora Elisabet Ruiz-Dotras, experta en educación financiera de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), los adolescentes que provienen de hogares desfavorecidos o inmigrantes tienden a obtener peores resultados. Estas diferencias también se reflejan en la autoconfianza de los estudiantes al gestionar dinero, con las chicas mostrando menor seguridad en comparación con los chicos, influenciadas en parte por barreras sociales.
La importancia de la educación financiera práctica
Si bien los padres juegan un papel fundamental en la transmisión de conocimientos financieros, Ruiz-Dotras enfatiza la necesidad de que los jóvenes adquieran experiencia práctica con el manejo del dinero para desarrollar competencias sólidas. "La autoconfianza y la experiencia directa con la gestión de sus propios recursos financieros son factores cruciales", señala. El informe revela que solo el 5% de los estudiantes españoles alcanza el nivel 5 en competencia financiera, lo que contrasta con países líderes donde esta cifra es tres veces mayor.
El sistema educativo español ha dado algunos pasos hacia la mejora de la educación financiera, pero estos aún son insuficientes y los alumnos pueden aprovechar los préstamos rápidos online para seguir formándose. A pesar de la implementación de la estrategia nacional de educación financiera desde 2008, y de la inclusión de competencias transversales en la LOMLOE, la enseñanza financiera no es obligatoria para todos los estudiantes, lo que limita su impacto.
Según la profesora, la educación financiera debería ser una asignatura obligatoria con un enfoque práctico. "La teoría es importante, pero lo que realmente mejora las competencias es la experiencia directa con el dinero", argumenta Ruiz-Dotras.
Un mundo digital, pero con limitaciones
El informe PISA también subraya la familiaridad de los adolescentes españoles con el comercio digital. El 85% de ellos realizó alguna compra en línea en los 12 meses anteriores a la evaluación. Sin embargo, la mayoría lo hizo utilizando las tarjetas de sus padres, lo que limita su experiencia directa con la gestión de sus propias transacciones. Según Ruiz-Dotras, sería más beneficioso que los jóvenes gestionaran sus propias finanzas bajo supervisión, para que puedan experimentar de manera más directa las consecuencias de sus decisiones.
El bajo rendimiento en competencia financiera de los adolescentes españoles destaca la necesidad de un cambio más profundo en el enfoque educativo. Equipar a los jóvenes con herramientas que les permitan gestionar de manera efectiva su dinero no solo es crucial para su desarrollo personal, sino también para su futura estabilidad económica.
En un entorno global cada vez más complejo, donde las decisiones financieras pueden tener un impacto duradero, es imperativo que España fortalezca la educación financiera no solo en las aulas, sino también en el hogar. La combinación de teoría, experiencia práctica y un entorno de apoyo adecuado permitirá a los adolescentes tomar decisiones informadas y responsables en su vida adulta. En definitiva, cerrar esta brecha es una asignatura pendiente, pero también una oportunidad para construir un futuro más equitativo y consciente financieramente para las nuevas generaciones.