El 26% del personal en empresas españolas ya está compuesto por mayores de 55 años

Los trabajadores mayores de 55 años continúan ganando protagonismo en el mercado laboral español. Así lo refleja el ‘III Monitor de Empresas de la Economía Sénior’ elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE. Los mayores de 55 años ya representan el 26% de la plantilla de las empresas en España, una cifra que ha aumentado significativamente en el último año, casi 10 puntos por encima del 16,8% registrado en 2023.

Este crecimiento evidencia una tendencia positiva en la integración laboral de las personas mayores, aunque todavía persisten barreras relacionadas con el edadismo, que limitan sus oportunidades en el mercado laboral. A pesar de esto, un número creciente de compañías está desarrollando iniciativas enfocadas en la contratación y retención del talento sénior, reconociendo el valor que este colectivo puede aportar a sus negocios.

El informe destaca que el 19% de las empresas ya cuenta con algún plan o iniciativa destinada específicamente a la contratación de trabajadores sénior, un porcentaje que refleja un avance en la integración de este grupo en el entorno laboral. Además, 4 de cada 10 empresas han implementado programas para la gestión y retención del talento sénior, un paso importante para asegurar que las personas mayores de 55 años sigan siendo parte activa del tejido empresarial.

Esta tendencia también se ve reflejada en las cifras de empleo. La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2024 muestra que la tasa de paro de los mayores de 55 años ha descendido al 9,97%, el nivel más bajo desde 2008. Este dato supone una mejora respecto al trimestre anterior, cuando la tasa de desempleo para este colectivo era del 11,05%.

El edadismo, una barrera que aún persiste

A pesar del aumento en la contratación y el reconocimiento del valor del talento sénior, persiste un elevado nivel de edadismo en el mercado laboral español. Los estereotipos y prejuicios sobre la capacidad de los trabajadores mayores limitan sus oportunidades de empleo y, en muchos casos, frenan su contratación. Entre las creencias erróneas más comunes está la idea de que las personas mayores de 55 años carecen de conocimientos tecnológicos o tienen menor capacidad de adaptación a los cambios.

Sin embargo, los expertos del Centro de Investigación Ageingnomics destacan que, lejos de ser una desventaja, los trabajadores sénior aportan un valor añadido a las organizaciones gracias a su experiencia, compromiso y capacidad de adaptación. Su inclusión en las plantillas no solo mejora la diversidad generacional, sino que también potencia el rendimiento y la estabilidad de las empresas.

Características clave del talento sénior

El talento sénior presenta una serie de cualidades que resultan fundamentales para el impulso de los negocios. Según los expertos de Fundación MAPFRE, entre las principales características de los trabajadores mayores de 55 años destacan su compromiso, su experiencia y su capacidad de adaptación a los cambios.

1. Compromiso laboral:Los empleados sénior tienden a tener una mayor estabilidad en sus puestos de trabajo y muestran un fuerte compromiso con la organización. Esto se traduce en una menor rotación laboral, lo que es beneficioso para las empresas, ya que no tienen que afrontar los costos asociados a la alta rotación de personal.

2. Experiencia acumulada: Tras décadas de trayectoria profesional, los sénior poseen un amplio conocimiento especializado en sus respectivos campos. Esta experiencia es clave en la toma de decisiones estratégicas y en la resolución de problemas complejos, lo que aporta un valor añadido a las organizaciones.

3. Capacidad de adaptación: A lo largo de su carrera, los trabajadores mayores han afrontado numerosos cambios y desafíos, lo que les ha dotado de una gran capacidad de adaptación. Durante la pandemia de COVID-19, por ejemplo, los trabajadores sénior fueron los que mejor se adaptaron al teletrabajo, según el ‘III Mapa del Talento Sénior’ de Ageingnomics.

4. Mentoría para las nuevas generaciones: Los trabajadores sénior también pueden ejercer un papel de mentores para los empleados más jóvenes, traspasando su conocimiento y experiencia. Esta combinación de talento joven y sénior permite a las empresas aprovechar lo mejor de ambas generaciones, creando sinergias que impulsan el crecimiento del negocio.

Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, subraya la importancia de adaptar la economía a la realidad demográfica de España. “Los sénior se están consolidando como un grupo con un protagonismo creciente en el mercado laboral y suponen un valor añadido para las empresas. Es esencial que dejemos atrás los prejuicios y reconozcamos su contribución en un momento en el que muchos sectores están teniendo problemas para cubrir vacantes y retener el talento”, afirma Fernández Palacios.

A pesar de los avances, el informe recalca la necesidad de implementar más políticas públicas que fomenten la contratación de mayores de 55 años, como las que existen para los jóvenes, cuyos contratos suelen contar con incentivos para las empresas. Fernández Palacios concluye señalando que la economía sénior es una oportunidad de futuro: “Se espera que la contratación de mayores de 55 años siga creciendo en los próximos años. Para ello, es fundamental que tanto la sociedad como las políticas de empleo actúen para que esta contratación sea equitativa, integrativa y beneficiosa para todos”.

Los trabajadores sénior están adquiriendo un papel cada vez más relevante en el mercado laboral español, y su experiencia y compromiso los posicionan como un recurso valioso para las empresas.