Goirigolzarri presenta su renuncia voluntaria como presidente de CaixaBank
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, ha presentado hoy su renuncia voluntaria al cargo en el consejo de administración que la entidad, como es habitual, celebrará de forma previa a la presentación de resultados, que tendrá lugar mañana.
Con 70 años, el veterano banquero abandona así la primera línea de mando de la banca española. Su sustito será Tomás Muniesa, actual vicepresidente de la entidad.
José Ignacio Goirigolzarri, uno de los directivos con una experiencia más dilatada en el sector bancario español, ha jugado un papel clave en el proceso de transformación del sector a lo largo de las últimas décadas.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank desde junio de 2014, se mantiene como primer ejecutivo de la entidad, presidiendo a su vez el Comité de Dirección.
Goirigolzarri es presidente ejecutivo de CaixaBank desde 2021, cuando la entidad absorbió a Bankia, donde también ocupaba el cargo de presidente desde 2012. La integración de ambas entidades creó el mayor banco del mercado español.
Con este posible relevo dentro de la 'cúpula' de CaixaBank vuelve a estar sobre la mesa la cuestión de la presidencia ejecutiva, un cargo que al Banco Central Europeo (BCE) le genera dudas por concentrar funciones ejecutivas y de representación.
Sin embargo, en la banca española, dos de los grandes grupos, Santander y BBVA, mantienen este puesto, que ocupan Ana Botín y Carlos Torres.
Goirigolzarri, nacido en Bilbao en 1954 y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto, comenzó su carrera bancaria con el ingreso en el Banco de Bilbao, germen del futuro BBVA, en 1977 en el área de planificación estratégica.
En 1992 fue nombrado director general del BBV y en 1994 se incorporó al comité de dirección de la entidad. Fue responsable de banca comercial en España y de las operaciones en América Latina.
Ya en 2001, tras la fusión entre BBV y Argentaria, fue nombrado director general de la nueva BBVA con responsabilidad sobre el negocio de banca minorista. En diciembre de 2001 fue designado consejero delegado del banco, puesto en el que permaneció hasta octubre de 2009.
En 2012 pasó a ser presidente de Bankia, tras la dimisión de Rodrigo Rato, donde ayudó a sanear la entidad después de que la entidad un rescate de unos 22.400 millones de euros.
Con 70 años, el veterano banquero abandonaría así la primera línea de mando de la banca española