Podemos amenaza al Gobierno y podría tumbar la reforma sin tributo a las eléctricas

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha advertido al Gobierno de que "no acepta tomaduras de pelo", tras decir que mantiene su pacto con Junts, y ha añadido que sus votos de cara al Pleno del Congreso solo estarán disponibles si la reforma fiscal mantiene el impuesto a las eléctricas.

A su vez, el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, ha exigido al Ejecutivo garantías de que Junts y PNV respaldarán conservar ese tributo, en la fórmula que se elija, para poder votar a favor. En caso contrario, ahora se mueven entre la abstención y el voto en contra de cara al Pleno, ahondan desde la formación.

Con la aritmética parlamentaria actual y equilibrios de grupos un posible voto en contra de los morados podría ser decisivo y hacer que la iniciativa no saliera adelante, dado que habría un empate a 175 votos. Y el reglamento de la cámara establece que si persiste ese empate en las tres votaciones que fijan para tratar de resolverlo, la propuesta decae en el Pleno.

Sin Junts no hay acuerdo posible 

Mediante la red social 'X', Belarra ha criticado que por un lado el Ejecutivo se comprometa con ERC, EH Bildu y BNG a prorrogar un año más el impuesto a las empresas energéticas para salvar el proyecto de ley que incluye un nuevo tributo mínimo global del 15% para empresas multinacionales, mientras que Hacienda por otro recalca que mantiene el pacto con Junts y no gravará a energéticas que inviertan en descarbonización.

La líder de los morados ha recalcado que esas bonificaciones suponen eliminar el impuesto a las eléctricas y que no se puede pactar al mismo tiempo prorrogar el gravamen con ERC y Bildu. En otro mensaje previo, desgranó que sin garantías de que Junts lo apoya, ese compromiso queda en "poco más que papel mojado".

Posteriormente y en rueda de prensa, Sánchez Serna ha insistido en que para que haya una reforma fiscal sustantiva debe estar dentro el tributo a las eléctricas para moverse al 'sí'. Sin él, no darán su apoyo al proyecto de ley y decidirán el sentido concreto de su voto en estos días. Y desde el partido admiten que ahora el rechazo es una opción que barajan, dado que no van a "pasar por el aro" de dar su voto favorable a un dictamen con medidas fiscales sin el gravamen a las energéticas.

El dirigente de Podemos ha criticado que el Ejecutivo ha gestionado "muy mal" esta reforma fiscal con "errores" que podrían haberse evitado.

Al respecto, ha reprochado que Hacienda haya aprovechado la transposición europea del impuesto de sociedades, que iba a ser apoyado de forma mayoritaria, para introducir una reforma fiscal que merecía su propio debate y agravar el error llegando a pactos "cerrados" sobre enmienda con PNV y Junts antes que con la izquierda, una dinámica "lamentable" que viene siendo la tónica de la legislatura.

Ya tumbaron la primera reforma del subsidio de desempleo 

Por tanto, ha advertido al Gobierno que debe "tomar nota" de lo que pasó con el primer decreto del subsidio de desempleo, que los morados tumbaron hasta que se reformó, y que no van a aceptar recortes por supuestos avances fiscales que al final arrojan una "suma cero".

El resultado, ha proseguido Sánchez Serna, es que ahora hay un "sinsentido" de que, por un lado, el Gobierno se comprometa a su acuerdo con Junts para bonificar ampliamente el impuesto a las energéticas, que para Podemos supone eliminarlo, y luego lanzar una "promesa vacía" a la izquierda de recuperarlo en un posible decreto.

De hecho, ha desvelado que Hacienda les propuso el mismo acuerdo que a BNG, ERC y Bildu pero rechazaron firmarlo sin la garantía del Gobierno de que Junts y PNV votarían a favor de mantener el impuesto a las eléctricas.

Cuestionado sobre qué fórmula satisfaría a Podemos para apoyar la reforma fiscal, el diputado morado ha respondido que es el PSOE quien tiene la responsabilidad de encontrar una solución, que en ningún caso es la promesa de traer un decreto que luego va a salir derrotado si Junts no vota a favor. Y es que ha insistido en que el problema lo ha creado el Gobierno y ahora no puede pretender que toda la izquierda tenga que tragar con ello. "Esta dinámica se tiene que acabar", ha zanjado.