La derecha descoloca a Pedro Sánchez por primera vez en mucho tiempo
Una victoria rotunda en Madrid será un gran problema para Moncloa, que volverá a tener una alternativa en el centroderecha si Cs sale de la ecuación y quedan PP y VOX.
Pedro Sánchez
La primera consecuencia del vuelco político iniciado en Murcia y culminado en Madrid es que, por primera vez en mucho tiempo, se habla en términos positivos del PP y se rompe, quizá definitivamente, la imagen de tres partidos de centroderecha luchando por el mismo electorado y perdiendo muchos escaños en esa competición interna.
De analizarse el futuro del PP por su mal resultado en Cataluña hace menos de un mes se han pasado a debatir sobre si puede lograr la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid. Y de tener como adversario a Ciudadanos, se ha pasado a percibirlo como un aliado del PSOE sumido en una profunda crisis interna que puede hacerlo desaparecer tras una fuga de dirigentes hacia otros partidos.
La reunificación del centroderecha, cuya competición interna ha sido decisiva para facilitar las victorias de Pedro Sánchez, se ha iniciado de una manera brusca pero firme: lo que no hicieron los partidos, lo han hecho los ciudadanos con su voto. Ellos han forzado una crisis que parece prefijar un nuevo bloque compuesto en exclusiva por PP y VOX, con Ciudadanos orientado hacia el PSOE o simplemente desaparecido.
Una rotunda victoria del PP en Madrid será un gran problema en Moncloa que, a buen seguro, hará lo que sea necesario para boicotear toda alternativa en España
El presidente del PP, Pablo Casado, ha incidido en esa idea, clave para ofrecer resistencia a las firmes alianzas que el PSOE ha ido cerrando desde 2015 con Podemos y desde 2018 con Podemos y el independentismo.
Hay partido
El centroderecha siempre ha estado por delante de la izquierda en España en los últimos años: en votos totales y en porcentaje de votos. Pero no ha sabido encontrar la fórmula para traducir mejor en escaños ese respaldo: el PSOE, mientras, sí la ha encontrado, a costa de olvidar su tradición socialdemócrata y de alimentar la agenda populista e independentista.
Una rotunda victoria del PP en Madrid será, si llega, un trampolín decisivo en esa estrategia. Y un gran problema en Moncloa que, a buen seguro, hará lo que sea necesario para boicotear toda alternativa: de momento, tras absorber de algún modo a Ciudadanos, ya ha firmado un cordón sanitario contra Vox en Cataluña, prólogo del que querrá extender por toda España para minar sus posibles alianzas con los populares.