Sánchez busca una nueva "operación Illa" que evite la mayoría absoluta de Ayuso
Se busca una candidata -preferiblemente mujer- que no necesite presentación y que sea capaz de captar parte del voto que perderá Cs. Circula ya el nombre de Margarita Robles pero es pronto.
La réplica del terremoto político de Murcia ha sido aún mayor que el original. La decisión de Isabel Díaz Ayuso de convocar elecciones en la Comunidad de Madrid ha pillado al ya exvicepresidente Ignacio Aguado con el pie cambiado, pero también al PSOE.
Tanto Carmen Calvo como José Luis Ábalos y Santos Cerdán (este último secretario de Coordinación Territorial del partido) se paseaban este miércoles por el Congreso satisfechos con la doble moción de censura en Murcia. "Cuando tú (por el PP) estás en la cuerda en todos los sitios...", llegó a decir la vicepresidenta a un grupo de periodistas que se arremolinaban en el patio.
Para entonces ni uno ni otro sabían que el plato fuerte estaba por llegar y el ambiente en el socialismo fue cambiando a medida que avanzaron las horas. Se suponía que a última hora de la mañana iba a haber una comparecencia del secretario de Organización del PSOE en Ferraz que no llegó. En su lugar hubo una reunión al más alto nivel en la sede socialista presidida por Pedro Sánchez.
Sánchez ha presidido una reunión al más alto nivel en Ferraz
A estas horas sabe el presidente del Gobierno y líder del PSOE que el tiempo juega en su contra y que, si finalmente hay elecciones el 4 de mayo pese a las dudas jurídicas, la única opción que le queda es lanzar una operación como la de Salvador Illa en Cataluña. Y con un candidato, candidata más bien, que no necesite presentación y que sea capaz de captar parte del voto que va a perder a borbotones Ciudadanos.
De momento el primer nombre en saltar a la palestra es el de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que se convertiría en la segunda que abandona el Gobierno rumbo a unas elecciones. Pero aún es pronto.
Solo con una operación así, creen los socialistas, podrán evitar el triunfo arrollador -puede que incluso la mayoría absoluta- de una Díaz Ayuso disparada. La popularidad de la presidenta regional está en máximos por su gestión de la crisis del coronavirus, manteniendo las constantes vitales de la economía madrileña contra viento y marea.
Al socialismo madrileño estas elecciones le pillan en un pésimo momento. El PSOE de Madrid estaba a punto de iniciar una renovación de su liderazgo una vez que cristalizara .
Los socialistas se lamentan de que no volverán a tenerlo tan cerca como en las elecciones de 2019, cuando Gabilondo ganó por siete escaños al PP. Pero con idénticos 37 escaños que cuatro años antes, así que más que mérito suyo fue demérito de un centro derecha partido en tres que aun así, sumando, quedó por delante.
Después Sánchez quemó sus naves intentando convencer a Inés Arrimadas para una moción de censura que en su día ella rechazó consciente de que sería la tumba del partido en Madrid. Lo que no imaginaba es que cavando en Murcia el agujero llegaría a la Puerta del Sol.