La avalancha de lava al mar se ralentiza y llegará el martes según los expertos
La imparable lengua de fuego se dirige al Atlántico aunque su desplazamiento se ha frenado en las últimas horas. Ya son más de 5.500 personas las evacuadas.
La avalancha de lava hacia el mar se ralentiza.
Ni un minuto de tregua -y va para largo- ha dado a los servicios de emergencia este lunes el volcán de La Palma. Todas las miradas estaban puestas en la llegada de la lengua de lava a la zona costera y la reacción que su choque con el mar pueda tener.
Pero pese a que el gobierno canario había anunciado a media tarde que la lava incandescente iba a llegar a última hora de este lunes, los expertos apuntan que será el martes cuando ser produzca este hecho relevante, cuyas consecuencias están aún por determinar.
El movimiento se ha ralentizado en las últimas horas por lo que, según ha adelantado el director del Plan de Prevención de Riesgo Volcánico de Canarias, Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, la llegada al mar se producirá ya el martes.
Horas antes, el gobierno canario ha activado el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca) y ha ordenado el desalojo de 40 viviendas en el área de Tazacorte ante la previsión de que la colada de lava tocara la costa del municipio.
De esta forma, son ya más de 5.5oo las personas evacuadas desde que se inició la erupción el pasado domingo. Desde entonces se han visto afectadas cerca de 140 viviendas.
La visita de Sánchez
Pedro Sánchez ha visitado las zonas afectadas por la erupción y allí ha puesto en valor las labores de coordinación de emergencias llevadas a cabo desde el puesto de mando avanzado, instalado en el centro de visitantes del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, según ha informado Moncloa.
En su visita, Sánchez ha estado acompañado por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y responsables de Cruz Roja y del Servicio Canario de Salud (SCS).